“Entre los que defendemos la justicia social, aunque sea con estrategias diferentes, nunca hay un adiós, hay un hasta luego”. La declaración de Pablo Iglesias en un vídeo con Teresa Rodríguez en febrero de 2020 ponía fin a seis años de desencuentros entre la dirección de Podemos y la última corriente crítica dentro del partido, Anticapitalistas. Dieciséis meses después de aquella ruptura y tras la expulsión por “transfuguismo” el pasado octubre de Rodríguez y otros siete diputados de su grupo en el Parlamento andaluz, la que fuera secretaria general de Podemos en la comunidad encabeza ahora la refundación de Adelante Andalucía, marca con la que busca concurrir a las próximas elecciones autonómicas, pero también a las locales, generales y europeas. “No vamos a ser nunca más la delegación andaluza de ningún partido estatal”, afirma Rodríguez en conversación telefónica con EL PAÍS.
La consolidación del proyecto ya fuera del paraguas de Podemos e Izquierda Unida —Adelante Andalucía fue el nombre de la coalición en los comicios de 2018— fragmenta aún más el espacio político a la izquierda del PSOE frente a una derecha que tiende a reagruparse en dos bloques (PP y Vox) y amenaza las opciones tanto de la nueva dirección de Unidas Podemos (UP) como del emergente Más País de Íñigo Errejón en las elecciones previstas el próximo año. La carrera por la presidencia de la Junta, para la que UP carece aún de candidato, servirá también como primer termómetro para medir el equilibrio entre las fuerzas y evaluar si es necesario recomponer las piezas del puzle de cara a las próximas generales.
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Por el momento, Teresa Rodríguez (Rota, Cádiz, 39 años) marca un camino propio. La líder de Anticapitalistas Andalucía pretende construir un partido “netamente andaluz”, sin dependencia de ninguna organización en Madrid, que trabaje en un “andalucismo de tercera ola” y con “voz propia en todas las instituciones del Estado”, señala también al apuntar a una entrada en el Congreso de los Diputados. “Tenemos demandas históricas que no se han resuelto en los últimos 40 años y que fueron los objetivos fundacionales de nuestra autonomía, como acabar con la emigración de los jóvenes o cerrar la brecha con el resto del Estado y con Europa”, concluye.
Anticapitalistas se unió a Podemos en su fundación y en las elecciones de 2014 Rodríguez se convirtió en eurodiputada. Un año después, fue la candidata del partido a la presidencia de la Junta de Andalucía y obtuvo 15 escaños. En 2018, cuando ya había planteado varios pulsos a Iglesias, se presentó de nuevo en las autonómicas como líder de la marca electoral Adelante Andalucía, en la que participaban Podemos, Izquierda Unida y dos pequeños grupos andalucistas, con la que consiguió 17 diputados. Tras las generales de noviembre de 2019, el acuerdo de gobierno con el PSOE, que Anticapitalistas rechazaba, llevó a la ruptura definitiva con Podemos.
Aunque la idea del nuevo partido esté consolidada, en su camino hacia la independencia política, Rodríguez debe sortear aún un obstáculo. Hace unos días la portavoz de UP en el Parlamento andaluz, Inmaculada Nieto, se refirió a una “evidente usurpación” de la marca Adelante Andalucía y señaló que tomarían medidas si la dirigente anticapitalista decidía usarla, un asunto al que ella resta importancia.
La nueva dirección de Podemos en Madrid, liderada por Ione Belarra, evita por el momento pronunciarse sobre los movimientos en Andalucía, pero en el partido no hay en este momento un candidato claro. Tampoco tiene diputados en el grupo parlamentario. Tras abandonar la militancia de la formación, y con los votos de PSOE, Vox, Ciudadanos y la abstención del PP, Rodríguez y sus afines fueron expulsados del grupo de Adelante en el Parlamento en octubre de 2020. La controvertida maniobra está en manos del Tribunal Constitucional, sin embargo, es probable que la legislatura acabe sin que haya antes una sentencia al respecto. “No hubo un adiós, hubo una traición”, señala la diputada recordando aquellas palabras de Iglesias en la escenificación de la despedida. “Pero hemos pasado esa fase, no queremos guardar rencores, que no sirven para nada”, añade. De los ocho parlamentarios que permanecen en el grupo de Adelante —uno que no estaba afectado por la expulsión decidió unirse a los no adscritos—, seis son de Izquierda Unida y otros dos siguen la estela de Rodríguez, pero no tienen vinculación con Podemos.
Unidas Podemos de Andalucía trabaja en estos momentos sin un referente electoral. Aseguran que no lo consideran prioritario, pero se da un hecho extraño en política: nadie se postula ni dice querer dar el paso. La respuesta de Alberto Garzón, diputado por Málaga, ministro de Consumo y coordinador federal de IU —formación con una extensa implantación territorial en la comunidad—, cuando le preguntaron en una entrevista en Diario de Sevilla si aspiraba al puesto fue: “No, no, no, no, no. Gracias”.
Desde Más País, aunque Íñigo Errejón ha manifestado que a su formación “le gustaría formar parte” de esa nueva ola de andalucismo, él y Rodríguez han tenido diferencias ideológicas y de estrategia en el pasado que complican una hipotética alianza. Fuentes del partido señalan que si bien “saludan fraternalmente la estructuración de Adelante Andalucía”, el “referente político” en la comunidad son “los compañeros de Más País”, encabezados por Esperanza Gómez.
La coordinadora general en Andalucía de Más País insiste en que el suyo es un “proyecto propio” basado en “la justicia social a través de la transición ecológica” y cree que en este momento tienen “entidad” para presentarse como marca independiente. Además, explica, hay muchas maneras de entender el andalucismo, y ellos apuestan por “una visión federal, no soberanista”. Gómez, que militó en Podemos y fue diputada autonómica primero y senadora de Adelante Andalucía después, tampoco ve posible un acercamiento de nuevo a la formación de Belarra en la comunidad. “Podemos está ocupando el espacio de IU, con el que nosotros no compartimos algunos puntos”, zanja.
Con la irrupción del nuevo partido de Rodríguez y si no hay alianzas coyunturales, el electorado andaluz de izquierdas podrá elegir entre cuatro papeletas con diferentes gamas de rojo: PSOE, Unidas Podemos, Adelante Andalucía (si los tribunales no tumban la marca) y Más País. Las tres últimas son ramas de un mismo tronco producto de una división propia del guion de La Vida de Brian. Aunque hay también quien considera que es más bien un caso claro de mitosis política.
La líder anticapitalista reconoce que la fragmentación no es beneficiosa para el electorado progresista, pero insiste en que ellos “fueron expulsados de ese espacio” y defiende continuar con su proyecto.
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