Enero de 2018, la periodista Anabel Hernández entrevistó al narcotraficante Rafael Caro Quintero. En su crónica, relató que el capo contaba con escolta e iba armado.
“Tres hombres permanecen afuera custodiando el lugar y uno se queda en la habitación”.
Su descripción, hace cuatro años, sigue siendo vigente con la imagen de su captura:
A sus sesenta y cinco años de edad, ‘El Príncipe’ conserva la altura de un metro ochenta y la figura esbelta y erguida como una lanza. Sobre la cabeza lleva una gorra azul con el logotipo de Adidas, por la que se asoma el pelo otrora blanco, ahora teñido de negro. Lleva una chamarra gruesa de color verde militar, una camisa gris de lana y pantalones de mezclilla azul índigo. La vestimenta impecable contrasta con sus zapatos llenos de tierra y sus ojos redondos y oscuros como ojivas llenos de nerviosismo. Está sudando.
A lo largo de la entrevista afirmó que no estaba involucrado en actividades criminales; incluso negó haber exportado drogas a Estados Unidos.
¡Quien lo diga miente!, Quien lo diga miente! Miente quien lo diga, no me interesa quien lo diga, ¡Miente!
Yo, que quede muy clarito licenciada, yo no soy narcotraficante, yo nunca he movido heroína, anfetaminas ni las conozco, cocaína o he traído yo ni un gramo de Colombia como lo dice la DEA, lo que vendía era mariguana y la vendía en México hace 33 años, quien esté diciendo, le vuelvo a repetir, ¡miente!
#HablaCaroQuintero desde el Triángulo Dorado (Parte I)
¿Cómo quieren que los calle?: Caro Quintero (Parte II)
Sí vi al hermano del Chapo; fue sólo un saludo (Parte III)
“Un día voy a hacer un libro. Ahí se va adecir la verdad… soy de los que menos culpa tiene” (Parte IV)
¿Qué dice Caro Quintero sobre la amnistía que ofrece AMLO? (Parte V)
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