“No había vivido una carrera así. Ha sido una montaña rusa de emociones. En la última media hora ha sido difícil entender qué pasaba”. Fernando Alonso no daba crédito a lo que ocurrió en el GP de Australia, carrera que finalizó en tercera posición tras la última bandera roja provocado por su accidente con Carlos Sainz.
El piloto madrileño chocó el piloto de Aston Martin, sacándolo de la pista, una acción que le costó una sanción de cinco segundos que le hizo descender de la cuarta a la 12ª plaza en la clasificación final.
“No puede ser ¡Es inaceptable! ¡No, por favor! Que esperen a hablar conmigo, pedídselo, esa penalización es demasiado severa“, pidió Sainz por a su equipo por radio al enterarse de la penalización.
Minutos después fue Alonso quien valoró la acción. El doble campeón del mundo quiso quitarle hierro al asunto y se mostró comprensivo con su compatriota.
“No sabía quién me había tocado. Luego me enteré de que había sido Carlos, que tuvo una penalización seguramente dura. Cuando tienes las ruedas frías no vas a chocar contra nadie” explicó antes de lamentar el peligro que se corre en este tipo de situaciones.
“Creo que cuando pones una bandera roja y una nueva salida, con los 20 coches yendo a la primera curva… al final creas más peligro. Bueno, lo hablaremos en la próxima carrera” zanjó.