La verdadera, y sorprendente razón, por la que los ascensores tienen espejos

Muchas son las personas que a diario utilizan el ascensor, y además varias veces a lo largo del día. Los que viven o trabajan en plantas superiores, pero también los que tienen que transportar grandes pesos y por tanto se facilita la tarea con la ayuda del ascensor. Aquellos que son profundamente deportivos, por otro lado, nunca se dan por vencidos con las viejas y queridas escaleras. Sin embargo ¿Has notado que todos los ascensores tienen una cosa en común? Se trata de la presencia de un espejo . Pero ¿para qué sirve?. Descubre ahora la verdadera, y sorprendente razón, por la que los ascensores tienen espejos.

La razón por la que los ascensores tienen espejos

No todos los ascensores son iguales. Están los antiguos, que todavía se encuentran en edificios que suman décadas y luego los más modernos con botoneras de última generación. Pero como decíamos, hay un elemento que nunca falta, y ese es el espejo. Quizás, sin embargo, nunca te hayas preguntado el por qué de su presencia en ese entorno.

Empecemos por decir que bastante gente le teme al ascensor porque sufre de claustrofobia, y por lo tanto están aterrorizados de quedarse atrapados dentro, por ejemplo. Es para este tipo de casos que el espejo se utiliza ya que de alguna manera sirve para echar una mano a quienes son claustrofóbicos. El porqué tiene que ver con el hecho de que mirarse en el espejo en realidad ayuda a distraerse. De alguna manera, si nos quedamos parados entre dos plantas o el ascensor va muy lento reduciremos nuestra ansiedad si nos concentramos en mirarnos al espejo.

Más espacio y para un «último vistazo»

De esta sencilla manera, especialmente en los ascensores más lentos, las personas tienen una forma de luchar contra el tiempo entre el ascenso y el descenso. Pero hay otra razón: mediante una ilusión óptica, el espejo hace que el hueco del ascensor sea más grande de lo que realmente es.

Sin embargo, también hay que reconocerle otra utilidad al ascensor, que no es menos importante. Es una herramienta que nos da retroalimentación sobre cómo nos presentamos externamente. Mirarnos al espejo del ascensor antes de salir de casa o de ir a una entrevista de trabajo nos ayuda a saber si realmente estamos preparados para afrontar el entorno en el que nos adentramos.

En este sentido, por tanto, el ascensor se muestra como un verdadero aliado, útil no solo para aquellos que tienen miedo de subirse a él, sino también para aquellos que necesitan un último arreglo antes de enfrentarse al mundo exterior.


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