La vida del expresidente de Angola se apaga en un hospital de Barcelona entre sospechas de homicidio

La vida del expresidente de Angola se apaga en un hospital de Barcelona entre sospechas de homicidio

La vida del expresidente de Angola Eduardo Dos Santos se apaga en Barcelona. Su cuerpo respira gracias a las máquinas de la unidad de cuidados intensivos (UCI) del centro médico Teknon, donde ingresó el 24 de junio por una insuficiencia pulmonar. Se encuentra en estado crítico y los próximos días se anuncian decisivos. Su hija sospecha que detrás del deterioro de la salud del exmandatario se mueve la mano de la traición.

El silencio de los pasillos de la UCI del hospital contrasta con el ruido que genera su estado de salud. Su hija, Tchizé Dos Santos, denunció el lunes ante los Mossos d’Esquadra un presunto intento de homicidio contra él, según avanzó La Vanguardia. Fuentes de su entorno señalan al médico y a la segunda mujer del expresidente angoleño, en el poder entre 1979 y 2017. La denuncia también incluye los presuntos delitos de omisión del deber de socorro, lesiones por imprudencia grave y revelación de secretos.

Tchizé considera que el Gobierno de Angola ha movido los hilos para llegar a esta situación. El actual presidente, João Lourenço, un general del Ejército considerado como uno de los fieles delfines de Dos Santos, fue elegido por el propio expresidente para garantizar la continuidad del sistema. Pero la relación con la familia de Dos Santos se deterioró rápidamente cuando cesó a los pocos meses a Isabel Dos Santos, otra de las hijas del expresidente, de la dirección de la petrolera Sonagol, la empresa estatal de petróleo.

La denunciante cree que el actual Gobierno quiere que fallezca para que no se pronuncie públicamente a favor del candidato de la oposición, Adalberto Costa Júnior, de la Unión Nacional para la Independencia Total de Angola (Unita), de cara de las elecciones generales previstas para agosto. La hija también cree que el Ejecutivo de Lourenço pretende capitalizar la popularidad de Dos Santos con un supuesto funeral de Estado. En cualquier caso, si la causa se judicializa, la decisión de dónde se entierra el cadáver quedaría congelada por un juez. Según su familia, Dos Santos había expresado su deseo de ser enterrado en Barcelona, donde reside desde 2019.

El estado de salud de Dos Santos empeoró de forma sospechosa tras un viaje a Angola. El exmandatario volvió en marzo a Barcelona con 30 kilos menos, según la familia, aunque su médico de cabecera lo atribuyó a una enfermedad de tipo nervioso. Tchizé también recela del regreso de la segunda mujer de su padre, con quien estaba separado desde que dejó el poder en Angola, y que tenía acceso a la vivienda. A partir de entonces, considera Tchizé, los hijos del primer matrimonio empezaron a tener más vetado el contacto con su padre. La denunciante asegura tener conocimiento de que esta segunda mujer pretende desconectarlo de las máquinas sanitarias.

En el hospital se impone el mutismo. Dos hombres hablan en portugués en la sala de espera de la UCI. Pero cuando se les pregunta si tienen relación con Dos Santos bajan la cabeza. Silencio. “¿No pueden hablar?”. Niegan con la cabeza y mantienen la mirada fija al suelo. Los profesionales sanitarios también guardan silencio.

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