La vida romana de Lady Gaga durante el rodaje del drama de los Gucci


La cantante Lady Gaga ya ha llegado a Roma para empezar el rodaje de Gucci, la próxima película de Ridley Scott en la que ella se meterá en la piel de Patrizia Reggiani, la “viuda negra” de Maurizio Gucci, el heredero de la mítica casa de moda al que ella misma ordenó asesinar en 1995.

Este será el segundo papel protagonista en la pantalla grande para la cantante, después de su debut en la exitosa A Star is born, que rodó junto a Bradley Cooper y por la que ganó el Oscar a la mejor canción original y estuvo nominada en la categoría de mejor actriz. Gaga se ha dejado ver por las calles de la capital, en concreto por la popular Via Veneto y alrededores con un vestido de leopardo, gafas de sol, mascarilla negra y pelo castaño y no rubio, según muestran los medios locales.

La cantante pasará al menos el próximo mes en Italia para grabar la película entre Roma, Florencia, Milán y el Lago de Como, emblema del lujo en el país transalpino y refugio de los Gucci. Según apunta el diario romano Il Messaggero, Gaga no ha querido residir en un hotel de la capital porque teme al coronavirus y se ha decantado por alquilar un lujoso ático entre los Foros Imperiales y el pintoresco barrio de Monti, a dos pasos del Coliseo, en el centro histórico de la ciudad. Podrá hacer turismo en los ratos libres que le deje el rodaje y participar en los clásicos aperitivos romanos, que se han adaptado a las restricciones anticovid, dado que los bares y restaurantes deben cerrar a las seis de la tarde y las mesas no pueden estar ocupadas por más de cuatro personas. Y salvo que tenga un motivo justificado, no podrá salir a partir de las diez de la noche, por el toque de queda que rige en todo el país.

La cantante, que nació en Nueva York y tiene orígenes italianos, como prueban sus apellidos, Stefani Joanne Angelina Germanotta, compartirá el proceso de grabación con figuras de la talla de Al Pacino, Jared Leto, Adam Driver y Jeremy Irons, entre otros.

Gaga se pondrá a las órdenes de Ridley Scott para interpretar a Patrizia Reggiani, condenada por ordenar el asesinato de su exmarido Maurizio Gucci, al que un sicario descerrajó cuatro tiros mortales a quemarropa y por la espalda en la puerta de su casa de Milán en 1995. La identidad de la mandante del asesinato se descubrió dos años después. Para entonces, Reggiani, que se hacía llamar Lady Gucci, ya era uno de los personajes más excéntricos y seguidos de la crónica social en Italia. Fue condenada en 1998 a 26 años de prisión, aunque finalmente quedó libre en 2013. Es uno de los sucesos más truculentos de la industria de la moda.

En un reciente documental sobre su historia que podría servir de inspiración a Gaga, la propia Reggiani relata detalles del crimen. “Daba vueltas y preguntaba a todos, incluso al charcutero ‘¿Hay alguien que tenga el valor de asesinar a mi marido?’”. Y explica, además, que se encontraba tan bien en la cárcel de San Vittore de Milán, a la que se refería como “Victor’s residence” que no quiso salir cuando le ofrecieron la libertad condicional, alegando que nunca había trabajado, tampoco pensaba hacerlo y que prefería la vida en prisión, cuidando de sus plantas y de un hurón que se agenció como mascota entre rejas. “Tenía un trato especial”, ha reconocido.

La película, basada en el libro The House of Gucci: A Sensational Story of Murder, Madness, Glamour, and Greed de Sara Gay Forden, lleva a Scott de regreso a Roma tras Todo el dinero del mundo (All the money in the world, de 2017). Esta cinta está basada también en la historia real del secuestro del adolescente John Paul Getty III, nieto del magnate petrolero John Paul Getty, que en ese momento atesoraba una de las mayores fortunas del mundo.

Desde Roma, Lady Gaga ha vivido la desaparición de sus dos perros, lanzó la recompensa para quien diera una noticia sobre ellos y celebró su recuperación.


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