El pasado 13 de agosto la grada de los radicales del PSG exhibió una bandera en apoyo a Palestina. Desde hace tiempo, miembros del Collectif Ultras de París participan en manifestaciones a favor de ese pueblo, enfrentado con Israel. Mañana regresa la Champions al Parque de los Príncipes y el cuadro francés se enfrenta al Maccabi Haifa, un compromiso declarado de alto riesgo por el temor a que haya altercados entre aficiones.
El pasado jueves se celebró una reunión para perfeccionar el dispositivo de seguridad y hacer un balance de la información que se tiene del desplazamiento de miles de hinchas del Maccabi Haifa. Las autoridades han clasificado este encuentro en el nivel 3 de riesgo en una escala de 5. Mañana habrá un despliegue de cerca de mil agentes en los aledaños del estadio, mientras que el cuadro israelí viaja con personal de seguridad que acompañarán a la delegación.
Por ahora hay 1.500 aficionados del Maccabi Haifa que tienen una entrada en sus manos. Unos mil vienen desde Israel. En las últimas horas, la alcaldesa de Haifa, Einat Kalisch-Rotem, ha hecho un llamamiento a Anne Hidalgo, su homóloga en París, para que trate de buscar más asientos para hacer frente a la gran demanda que hay. Se habla de 8.000 aficionados potenciales, aunque esta cifra no ha podido ser confirmada.
En cualquier caso, el riesgo de conflicto entre aficiones aumenta cuanto mayor sean los que lleguen desde Israel. Las autoridades públicas temen que los ultras de un club y de otro pretendan enfrentarse, bien sea en el mismo estadio o en la previa, en lugares como el metro: “Sabemos que el contexto es particular, pero no queremos caer en la trampa de la violencia. Hemos dado instrucciones en ese sentido”, confesó un dirigente de Collectif Ultras de París.