La voz de los olvidados


María Teresa Ronderos, periodista colombiana de 61 años, tiene claro que el periodismo colaborativo es el que permite contar historias completas, aquellas con conexiones internacionales que sobrepasan las fronteras y ofrecen un mapa certero de lo que pasa en el mundo. Es el ejemplo del reportaje Transnacionales de la fe, un exhaustivo trabajo de investigación sobre el poder político evangélico y la agenda fundamentalista que están implantando en América Latina realizado por 16 periodistas de distintos medios y que ha sido galardonado con el Ortega y Gasset en la categoría de Mejor Historia o Investigación Periodística.

Coordinado por el Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP) y Columbia Journalism Investigations, Transnacionales de la fe, publicado simultáneamente en agosto de 2019, se adentra en la influencia cada vez mayor que la Iglesia evangélica está consiguiendo en las esferas de poder de América Latina y cómo su agenda conservadora está dictando algunas de las políticas en estos países.

El Centro Latinoamericano de Investigación Periodística fue fundado por cinco mujeres periodistas amantes de las historias de investigación y denuncia. Giannna Segnini (Costa Rica), Marina Walker Guevara (Argentina), Natalia Viana (Brasil), Emiliana García (Argentina) y María Teresa Ronderos (Colombia) se reunieron hace año y medio para dar rienda suelta a ese sueño que compartían de realizar reportajes que traspasaran las fronteras. Ronderos, directora de CLIP, asegura que el objetivo es trabajar en investigaciones completas y trasnacionales, que no se pueden contar desde un solo país. “Solo un mapa completo con piezas realizadas por periodistas que tienen sus propias fuentes en cada país nos permite tener una historia potente. Es la hora de tener ojos en muchos países para completar un mapa lo más verídico y real posible”, asegura Ronderos.

El primer trabajo de CLIP fue Transnacionales de la fe. “Nos llamó mucho la atención el cambio que se produjo con la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos y de asesores a la Casa Blanca de pastores evangélicos con una trayectoria muy cuestionada en Latinoamérica, donde ya existía una infraestructura muy poderosa“, recuerda la reportera colombiana. Y añade que la influencia de Trump en el poder político de la Iglesia evangélica “ha sido enorme y sus líderes, avalados por el presidente norteamericano, han exportado la agenda fundamentalista por toda América Latina. Ahí están los discursos sobre la ideología de género, las políticas contra el aborto, la persecución de los homosexuales y tantas cosas más”, denuncia Ronderos. Este trabajo ha permitido hallazgos importantes, asegura la periodista, como la existencia en Perú o México de escuelas para corregir la sexualidad de los homosexuales, que son “verdaderos campos de tortura”.


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