Tras ser coronados, el rey Carlos III y la reina Camila salieron de la Abadía de Westminster y se dirigieron al Palacio de Buckingham a bordo de un carruaje tirado por ocho caballos mientras la multitud los recibía entre vitoreos y algunos abucheos.
Sin embargo, este 6 de mayo, a 25 años de su muerte, los fanáticos de la familia real británica no han evitado pensar en que podría haber sido la princesa Diana quien ocupara el asiento junto al rey como reina de Reino Unido.
Nació en Norfolk, Inglaterra, el 1 de julio de 1961 y murió en un aparatoso accidente de tránsito el 31 de agosto de 1997 en París.
Al momento de su muerte, Diana y Carlos ya estaban divorciados luego de un complicado matrimonio del que nacieron sus dos hijos, los príncipes William y Harry.
Desde que Diana comenzó a salir con Carlos, quien era 13 años mayor que ella, se ganó el corazón del pueblo. Era una joven simpática, hermosa y bondadosa, características con las que muchos la asociaron como una buena futura reina.
La boda llegó en julio de 1981. Se trató de una ceremonia televisada a nivel mundial vista por una audiencia de cientos de millones.
Fue entonces que Lady Di se consolidó como la “Princesa del pueblo”.
A pesar de que públicamente, la princesa era un ícono de gracia, elegancia y glamour. Su vida personal no iba nada bien y las dificultades en su matrimonio con Carlos iban en aumento.
Diana luchó contra una depresión posparto severa, baja autoestima, trastornos alimentarios y la creciente tensión de ser perseguida constantemente tanto por los observadores reales de los medios oficiales como por la prensa sensacionalista, en particular los paparazzi.
La ruptura matrimonial llegó en 1992 luego de escándalos públicos que incluyeron infidelidades mutuas, entre ellas la de Carlos con la ahora reina, Camila. El divorcio de la pareja se convirtió en definitivo el 28 de agosto de 1996.
Desde entonces, Camila fue considerada una de las mujeres más odiadas de Reino Unido.
Los ahora reyes salieron a inicios de 1970, antes de que Carlos se casara con Diana. Sin embargo la relación llegó a su fin y cada uno siguió su camino. Se casaron y tuvieron hijos por separado.
Sin embargo, Camila fue una de las mujeres con las que Carlos engañó a Diana y ocho años después de su divorcio con la princesa Diana, ellos contrajeron matrimonio.
Por su parte, tras el divorcio y haber logrado un acuerdo con la familia real británica, Diana continuó con su vida, dejando atrás el título de Su Alteza Real. Ella mantuvo su alto perfil público, lo que le permitió seguir cerca de la gente.
Su popularidad era enorme y mundial.
Sin embargo, Diana murió mientras intentaba evadir la persecución de unos paparazzis, junto con su pareja Dodi Fayed.
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