Acudimos al Club de Tenis Andrés Gimeno al encuentro con una joven que regresa al Barça tras salir cedida y nos encontramos con una Laia Codina (Campllong, 22 de enero de 2000) cambiada, madura, experimentada, centrada, ambiciosa y con las ideas muy claras. Tras acompañarla durante las dos horas de entrenamiento personalizado a cargo de su preparador Pol Fosch, más de media hora de charla con MD que se hizo muy corta y en la que se mostró sin tapujos, tal y como es ella. Contundente y elegante, siempre con algo que decir, cómo le ocurre sobre el césped.
¿Qué siente a las puertas de volver a jugar con el Barça?
Se me están haciendo largas las vacaciones, nunca me había pasado pero voy con muchas ganas de empezar la pretemporada y volver a la dinámica de equipo. Por suerte estoy pudiendo aprovechar para prepararme mucho.
¿Qué pensó cuando escuchó la opción de salir cedida?
Yo encantada, es decir, la primera que lo decidió fui yo. Cuando tuve la lesión en la rodilla tenía claro que lo primero que tenía que hacer era jugar. Era un final de temporada y jugué porque había rotaciones y cuando acababa de jugar me gustaba tanto esa sensación de jugar que decidí salir el año siguiente sí o sí. No me costó nada tomar esta decisión. Cuando a una le gusta el fútbol lo que quiere es jugar.
¿Tuvo miedo de que fuera una salida para no volver?
Sabía que había la posibilidad y más acabando contrato ese mismo año. Era un riesgo que había pero a medida que ha ido pasando el año me he dado cuenta que la decisión fue muy buena. Nos va bien a todos salir para tomar diferentes perspectivas, para aprender un fútbol diferente.
¿Siente que ha abierto un camino para otras jóvenes de la cantera?
Sí, totalmente. Desde que he vuelto tengo claro que si alguna jugadora me pregunta si no sabe si quedarse o irse cedida le diré sin dudas que se vayan, que no tengan miedo. Nos va bien a todos. Tenía muy claro que si me iba era para salir de España. Italia fue una opción cuya adaptación fue rápida. El italiano más o menos lo aprendes rápido, el país es mediterráneo y se come bien, por lo que la adaptación fue rápida, que era lo que quería. En dos meses estaba adaptada 100% y me sentía como en casa.
“La primera que decidí salir fui yo. Cuando a una le gusta el fútbol quiere jugar y a todos nos va bien salir fuera”
¿Siguió mucho al Barça desde la distancia?
Sí, sí. Tanto como pude, vi casi el 90% de los partidos.
¿Ha seguido mucho en contacto con las compañeras?
He mantenido la relación pero también he estado bastante apartada porque pensé que me iba bien tomar esa distancia. Veníamos de un año muy intenso con la pandemia y el triplete. Muy bonito pero intenso y el hecho de irme e ha ido bien para tomar distancia y encontrarnos a faltar mutuamente.
Allí enseguida se hizo querer.
Sí, a mi me gusta mucho, creo que es muy importante que haya unión entre jugadoras, la unión es muy importante, es como un engranaje, si todas las piezas funcionan el equipo funciona. Yo era la que ponía la música para crear la unión entre unas y otras. Era el enlace entre las extranjeras y las italianas. Me llevo una familia de allí.
Denota una gran personalidad.
Me sale solo, no fuerzo nada. Al final es algo que me caracteriza, si suma mejor que mejor. Siempre he tenido ese rol, y también te lo trae el rol que tienes en el campo y el que me pongo yo.
“Jonatan ya sabe cómo soy, sabe cómo entreno y la competencia nos hará sumar a todas”
¿Sin Jenni y Leila se va parte de la alegría, podrá compensar algo?
Es verdad que tanto Leila como Jenni aportaban esta unión. Yo el crecimiento que he hecho dentro del campo lo he hecho fuera y creo que puedo aportar liderazgo. Sé que tengo 22 años pero ha vivido cosas que quizá otras no han vivido por el hecho de haber ido fuera.
¿Piensa en la capitanía?
Al final esto te lo lleva también el rol dentro del campo. Yo lo que quiero es que esté los años que esté aquí la gente me tome como un ejemplo por lo que hago dentro y fuera. Es lo importante para las niñas que suben. Yo siempre digo que quien me marcó mucho aunque ella quizá no lo sabe es Vicky Losada. Era una capitana 100%. Me fijé mucho en ella y tuve la suerte de convivir con ella en el vestuario. Me gustaría seguir sus pasos. .
Igual en 10 años hablan así de usted.
Ojalá sea así será buena señal seguro.
¿Cómo vive el hecho de ser ejemplo para muchas niñas?
En los dos últimos años he notado un gran cambio. Has de mirar mucho más lo que haces, estás más expuesta a todo. Es algo que forma parte de nuestra vida y lo cojo con tranquilidad y me lo tomo bien. Estoy haciendo lo que me gusta y no es algo que me preocupe pero sí ha cambiado muchísimo, te conocen, en las redes sociales… En la calle ha cambiado mucho en el último año.
¿Paredes y Mapi? También podemos jugar las tres juntas en defensa de tres. Mi objetivo es ser titular”
Hay mucho movimiento en las redes
Sí, al principio sorprende pero tienes que tomarlo con calma porque es tu trabajo, y aprender a apartarlo. Es muy importante cogerlo con normalidad. Calma, que digan lo que quieran que yo sé lo que tengo que hacer y mi trabajo está sobre el campo.
¡Qué madurez! Parece que tenga 30 años y no de 22.
Me lo dice mucha gente. Me lo dicen también de cuando juego, que parezco una veterana. Pero me sale con naturalidad.
¿Le viene de pequeña?
Yo con 14 años me pasaba 3 días a la semana haciendo Girona-Barcelona en coche y el fin de semana igual. Coges una responsabilidad que quizá otra niña de 14 años no tiene. Los fines de semana en lugar de ir a cenar con los amigos me voy a dormir a las 22. Estas pequeñas responsabilidades te hacen madurar.
¿Ha sacrificado mucho por el fútbol?
No diría sacrificar. Al final hago lo que me gusta☺, es mi pasión. Yo no sacrifico nada por el fútbol, yo he elegido hacer esto. He elegido irme a dormir a las 22 y no ir a cenar con los amigos.
¿Siempre que puede se va para su pueblo?
Sí, me gusta porque es como empezar de cero la semana o lo que venga por delante. Me va bien para desconectar, para coger la bici, estar sola o con mi hermana, me va bien para desconectar.
“Me gusta unir al vestuario, si todas funcionamos, el equipo funciona. Me sale solo desde pequeña”
¿Hasta qué punto es importante el entorno de un futbolista?
Es muy importante, es básico. Tengo la suerte que me ayudan mucho y me han dado muchas facilidades siempre, es por mi entorno que estoy donde estoy. Los viajes a Barcelona los hacían ellos. Que cuando lleguen los momentos de euforia te bajen y cuando estás a bajo de todo te animen. Es un tópico pero es así.
¿Qué ha echado más de menos?
Sinceramente, poca cosa porque he estado muy bien. Si tuviese que decir algo, Milán es una ciudad muy cosmopolita y quizá lo que echaba de menos era apartarme y coger aire. Lo que tengo en mi pueblo. Lo que hacía era coger el coche e irme al Lago de Como o esas cosas. No me puedo quejar.
¿Futbolisticamente qué ha cambiado de la Laia que se fue?
Sobre todo tomar decisiones tanto con balón como sin. Las acciones ofensivas y de ataque son muy diferentes a las que tenía aquí, y tomar esas decisiones, defensivamente sobre todo, aquí en el Barça tienes dos o tres y las tienes que hacer bien, pero allí tenía 20 por partido. Luego con pelota otros recursos. Aquí tenemos el juego de posesión y allí por el hecho de jugar con tres centrales me daban a mí la responsabilidad de salir jugando con la pelota y me gustó coger esa responsabilidad, de decidir no el ritmo pero sí en qué momento atacar y en qué momento no. Me ha ido muy bien defensivamente y con balón.
Allí jugaba constantemente contra equipos de su nivel.
Los primeros partidos alucinaba. Decía ‘buah’. Esa adrenalina de estar 90 minutos pendiente de todo lo que pueda pasar lo echaba mucho de menos. Y perder un partido. En el Barça perdimos el último partido cuando yo estaba con habiendo ganado todo ya. En cambio en Italia nos jugábamos la segunda plaza con un rival directo y perdimos. También aprendes a aceptar las derrotas, que aquí no estamos acostumbrados. Cuando perdí el primer partido en Italia tuve una sensación rarísima que no estás acostumbrado. Vivir estas situaciones te suma.
El nivel de exigencia en el Barça siempre es ganarlo todo. ¿Cómo se gestiona?
No sé. Con ganas. La sensación de realmente poderlo ganar todo, porque el vestuario lo piensa, mejor que esto… la gente que diga lo que quiera que mientras haya esa sensación dentro del vestuario que venga lo que tenga que venir y que hable la gente.
Llegan refuerzos importantes, entre ellos usted, que es un fichaje también.
Yo acababa contrato y tengo que intentar que no se me vea como la Laia que era hace dos años sino como una nueva jugadora que viene a luchar por su posición como el resto de fichajes.
Usted es central en un equipo donde está la pareja Paredes-Mapi muy consolidada.
Jonatan sabe cómo soy, cómo entreno y esta competencia tiene que ser sana y nos hará sumar a todas. Mi objetivo tiene que ser a final de temporada, por qué no, ser titular en el Barça. Tanto Pere como Mapi como Irene son centrales de la selección. Estoy allí y lucharé por lo mismo que luchan ellas. No digo que partamos todas de lo mismo pero intentaré que así sea.
¿Pueden jugar las tres?
Sí, i tanto. Depende mucho del rival. Llevo todo el año jugando en defensa de tres y me ha ayudado mucho a aprender. Con 21 años o sabes jugar a fútbol o no sabes, lo que sí se aprende son nuevas situaciones. Y me ha ayudado mucho y una posibilidad podría ser esa perfectamente.
“El entorno es muy importante. Me han ayudado siempre y es por mi entorno que estoy donde estoy”
¿Ha pensado ya en el redebut?
No. Tengo muchas ganas pero nerviosa no. Quizá cuando llegue el momento sí. Tengo muchas ganas que llegue el día. Hablan del Gamper y quiero que llegue.
¿Será como volver a debutar?
Sí, sí, sí. Creo que sí. Este último año he cambiado mucho. El ‘boom’ en el Barça ha sido mucho por todo lo que ha pasado en el Camp Nou y todo. A nivel mediático ha cambiado todo.
¿Cómo vivió los partidos del Camp Nou, le dio envidia sana?
Sí, claro. Yo tenía muy claro que eso algún día lo tenía que vivir. Seguramente me entrenaba y jugaba cada fin de semana para poder vivir eso algún día como lo vivieron ellas. En Italia hablaba muchísima gente. Lo vi como ‘ostras, ojalá’, pero esta temporada si todo va bien volveremos y ahí estaré.
¿Se lo ha imaginado?
Sí, claro que lo he pensado. Me lo he imaginado. Y tanto.
Vemos que trabaja mucho en su tiempo libre.
Es muy importante el físico. El fútbol está cambiando mucho. Alimentación, entrenamiento físico, psicólogos… es muy importante. Hay una mesa con cuatro patas. La parte física, la nutricional, la psicológica y la más futbolística. Si una falla, el futbolista falla. Si quieres compensar y eres ambicioso cada vez hay que trabajar más todo esto. Los futbolistas son más conscientes hoy en día de estas patas.
Y a todo esto, está estudiando periodismo.
He hecho dos años y cuando me fui a Italia lo dejé en ‘standby’ pero ahora tengo una reunión con la Universitat de Vic para ver cómo podemos continuar porque no es fácil poder continuar con la carrera de periodismo.
Acabaremos pues con una práctica. ¿Qué le haría a Laia Codina, que no le haya hecho todavía en esta entrevista?
Uala, muy buena pregunta esta eh. Es una pregunta trampa.
Adelante…
¿Cómo es Laia con el fútbol y cómo lo vive?
¿Y la respuesta?
Soy una persona que vive mucho el fútbol y por eso le dedico tantas horas. Tengo los objetivos muy claros, muchos no me gusta decirlos porque me los guardo para mí, como sueños, tengo muy claro que el fútbol es mi pasión y por eso dedico tantas horas y por eso me he pasado dos horas entrenando hoy, y por eso duermo un mínimo de ocho horas diarias, y creo que Laia con el fútbol es un vínculo que espero que dure muchos años. Todos tenemos que hacer lo que nos apasiona y yo tengo la suerte de trabajar de lo que me apasiona y por eso dedico tantas horas.