Laia Sanz: "La meta debe ser llegar a un equipo oficial"

Tras 11 Dakar terminados consecutivamente en moto, este año Laia Sanz (11 de diciembre de 1985, Corbera de llobregat) debutó en la carrera más dura del mundo en coche y logró acabar por 12ª vez consecutiva. De su experiencia con el MINI All4 Racing al lado de su copiloto Maurizio Gerini solo tiene buenas palabras porque cumplió su objetivo principal: “Aprender”. Pero Laia no se para. Sabe que en esta edición le perjudicó la injusta norma inicial del orden de salida (que finalmente cambiaron), y que también le impidió brillar con alguna gran posición de etapa el hecho de que ahora los pilotos que no acaban una etapa puedan reengancharse al día siguiente sin abandonar. “El Dakar ha perdido su magia”, apuntó sobre este aspecto Laia atendiendo a este diario. Pero espera que la carrera que tanto ama la recupere. 

Además, en su contra estaba el pilotar un coche (T1) que está lejos en cuanto a prestaciones de los nuevos T1+ y las decenas de buggies que había en carrera, todos ellos con mayor recorrido de suspensión y ruedas más grande. Es decir, Laia pinchaba más. Pero como bien dijo a este diario, cumplió con creces con su 23ª plaza final y ahora debe dar un paso más de cara al Dakar 2023. Laia no se detiene.

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Supongo que se había imaginado muchas veces cómo sería afrontar un Dakar con un coche como el que pilotó, un Mini 4×4 de X-Raid. ¿Fue cómo pensaba?

Al conocer la carrera de las motos, no fue muy diferente a lo que me esperaba. Sí que es verdad que la primera semana, saliendo tan atrás por el orden de salida sufrí mucho… no disfrutas conduciendo, te encuentras con una pista totalmente destrozada. Y eso creo que nos alejó un poco el Top-20. Ahí, en los primeros días perdimos muchísmo tiempo. Pero creo que la carrera fue más o menos como la esperaba. Fue chulo. Y sí que es verdad que las dunas en coche son mucho más estresantes que en moto…

¿Por qué?

Porque hubo un día, por ejemplo, que no lográbamos subir las dunas. Lo tuvimos que probar tres o cuatro veces. Las dunas eran muy blandas y tenías que ir con muchísimo cuidado. Por un lado, las dunas fue lo que más disfruté y ojalá hayan más en el próximo Dakar, porque es el terreno en el que íbamos mejor. Pero por otro lado, en las dunas tiene un poco de presión porque no puedes fallar. Me decía: ‘¡No la líes Laia porque si nos enganchamos aquí perdemos dos horas!’. Y eso hace que sea más estresante. 

En moto no te enganchas en las dunas. Pero supongo que se pasa más miedo.

Sí. En coche, como que era algo nuevo y este año salía de mi zona de confort, había sitios que eran más estresantes. No solo las dunas. A la que veíamos piedras teníamos que ir muy poco a poco por no pinchar. Y también sufres pensando en que no le pase nada al coche… Un día el gato hidráulico no funcionaba e íbamos con mucho miedo a pinchar, etc. Esas cosas han sido un poco más estresantes que ir en moto, que al final la tienes más por la mano.

Muchos miran solo el resultado final. Pero hay que tener en cuenta la normativa inicial de los órdenes de salida. Le perjudicó mucho. Y también el hecho de que este año los pilotos se pudieran reenganchar tras no acabar el día anterior, algo que le restaba posibilidades de hacer un gran resultado durante los días finales.

Sí.. un día salí desde la posición 120 o algo así y perdí mucho tiempo… y en cuanto a lo del reenganche, eso es algo que no me gusta nada de este Dakar. Yo siempre había vivido esta carrera de manera que si te quedabas fuera un día, al siguiente te ibas para casa. Y ya está. Para mí esa era parte de la magia del Dakar. Yo por ejemplo, debido al gasto económico que hacen los participantes y equipos, vería bien que los dejaran reenganchar pero que no puntuasen, que estuvieran fuera de carrera completamente y que salieran desde el final. Por ejemplo, no vi bien que el día después a romper el brazo del coche y perder una hora tuviera que salir desde la posición 112 a la etapa por detrás de Can-Am reenganchados, de pilotos que no habían acabado la etapa anterior. Creo que eso es algo que desvirtúa mucho la carrera. No creo que esté bien. Y también te quita opciones de hacer buenos resultados en la segunda semana.

Claro. Podría haber hecho algún Top-15 en alguna etapa sin tantos pilotos reenganchados.

Sí. De hecho en la primera semana de Dakar hubo una etapa en la que iba todo el rato en la 15ª posición, pero pinchamos al final. Eso me dio mucha rabia porque hubiera sido nuestra mejor etapa. Pero sí es cierto que la gracia del Dakar para mí es saber gestionar la carrera. No vale que vuelques y que rompas el coche porque eres un bestia pero al cabo de dos días de descanso en el vivac puedas salir otra vez a la etapa sin nada que perder, a fondo, al ataque, algo que no puede hacer un piloto que está haciendo todo el Dakar. 

Yo no puedo hacer eso porque tengo que pensar en la carrera. Y eso a mí no me gusta. Tampoco me gusta que se puntúe para el Mundial de Raids cada día, porque en cambio de promover lo que para mi es el rally-raid, que es la gestión de carrera, una carrera larga, lo único que promueve es que lo hagas bien en cada etapa. No me gusta. Creo que el Dakar está perdiendo su magia.

“No vale que vuelques porque eres un bestia pero al cabo de dos días puedas salir a fondo sin nada que perder… Creo que el Dakar está perdiendo su magia”

Laia Sanz

¿Cree que esa magia volverá?

Por lo menos, valoro muy positivamente que ASO (organizadora del Dakar) supiera valorar lo del orden de salida inicial (dieron marcha atrás y volvieron al sistema del año pasado a medio rally). Porque hubo muchas quejas durante la primera semana. Tampoco era justo que por haber pagado 15.000 euros de inscripción al Mundial fueras considerado piloto prioritario de la FIA y salieras delante, porque eso no tenía nada que ver con tu nivel de conducción. Yo el ser considerada piloto prioritario en motos es algo que me tuve que ganar haciendo un Top-10. A partir de ahí fui prioritario. No puede ser por dinero.

“Yo para ser considerada piloto prioritario en motos me lo tuve que ganar haciendo un Top-10. No puede ser por dinero”

Laia Sanz

¿Cree que sin todas esas normas podría haber estado en el Top-20 en lugar de acabar 23ª?

Todo esto nos hizo perder mucho tiempo y creo que podríamos haber acabado en el Top-20. Pero bueno, es igual. El objetivo este año no era ni un Top-20, 25 ni 30. Era aprender y acabar. Y lo hemos hecho. Hay que ver la parte positiva: hemos visto cómo es a carrera en la parte trasera, hemos pringado mucho, que por una parte es malo para el resultado, pero por otra, nos ha hecho aprender mucho. seguro que todo esto en el futuro nos ayudará.

¿Acudió con el coche idóneo para ser su primer año sobre cuatro ruedas?

El año pasado ya había diferencias de coches, pero ahora es brutal. Creo que para mí, para el primer año en coches, la elección ha sido perfecta porque tenía que ser un coche robusto y que fuese bien. Pero sí es verdad que con el cambio de reglamento, con un T1 no tienes nada que hacer ante un T1+. No puedes competir. Por el tipo de carrera que es, tan rápida, y con el tipo de desierto que es, con un buggy también tienes mucha ventaja respecto a un T1 como el nuestro. Nuestro MINI es un coche que se adaptaba más al Dakar de Sudamérica. Con un T1 como el nuestro se pincha mucho. Hemos pinchado prácticamente cada día. Y al final son unos minutos que si te pones a mirar la clasificación te hacen perder 10 posiciones. Nosotros, en las zonas de piedras teníamos que ir poco a poco y encima pinchábamos, mientras que los buggies en las piedras podían ir a fondo.

“Me he complicado la vida”

Laia Sanz, sobre su paso a los coches

Laia Sainz quiso dejar claro a MD que su elección mñás fácil hubiera sido seguir en motos, con GasGas, firma con la que seguía teniendo contrato. Pero que apostó por lo complejo: ” Me he complicado la vida (risas). Si te pones a pensar, yo tenía contrato en vigor con GasGas y lo más fácil era continuar ganándome bien la vida, seguir en el Dakar en moto, que al final tampoco tenía presión porque lo que tenía que hacer ya lo había hecho… y ahora me he complicado la vida”, comentaba.

“Me he ido a un mundo totalmente nuevo para mí, que es mucho más complicado por tema de presupuestos y en el que es más difícil tener oportunidades. Pero bueno, siempre me ha gustado complicarme la vida y al final creo que los dos últimos años en moto el estilo de carrera de Arabia Saudí no los disfrutaba porque había demasiado riesgo. Y necesitaba también una motivación nueva. Ojalá vaya teniendo oportunidades de mejorar y de acabar yendo al Dakar con un coche Top para saber realmente hasta dónde puedo llegar”, agregó a este diario

¿Dice que aprendió de ello?

Sí. Todo esto te hace aprender. Al final, en mi primer año en moto en el Dakar tampoco fui con una moto oficial. Esta es la manera de aprender. Espero dar un paso adelante el año que viene. ¡Ojalá MINI haga un T1+! Este año hemos hecho la mili, hemos aprendido, y ahora espero atar un buen proyecto porque creo que con un coche más igualado podemos estar más adelante.

¿Confía en ir con un T1+ de MINI o un buggy al Dakar de 2023?

Ojalá. Pero veremos. Lo que tengo claro es que si en un Dakar quieres estar entre los 15 mejores tienes que ir con un buggy o un T1+.

Sainz admitió en el Dakar que la está intentando ayudar.

Para mí es un honor. Seguramente, yo primero hubiera optado más por hacer un Dakar con un Can-Am (Side by Side), ya que es más similar a la moto y además el primer año ya puedes optar a hacer un buen resultado. Pero Carlos me animó. Sobre todo, la ayuda fue en ese sentido, de convencerme y decirme que me fuera directa a los coches porque para mi futuro en el Dakar tenía que estar preparada para ir en coche y aprendería más. Así que Carlos me ayudó a ir con X-Raid, a hablar con Sven (Quadt, jefe de X-Raid) y me ha ayudado mucho. Le estoy muy agradecida. Me ha dado consejos durante todo el año y en la Baja Andalucía también me ayudó muchísimo. Ha sido clave en mi paso a los coches, totalmente.

“Yo hubiera optado más por hacer un Dakar con un Can-Am, pero Carlos Sainz me convenció para que fuera directa a los coches. Ha sido clave en mi paso a los coches”

Laia Sanz, sobre Sainz

¿Qué espera de estar a su lado?

Para mí es un lujo. Estoy empezando mi carrera sobre cuatro ruedas y lo estoy haciendo al lado de Carlos Sainz. ¡Imagínate! Lo que espero es aprender mucho y mejorar. Este año en la Extreme E el haber hecho ya un Dakar creo que será muy positivo.

Carlos Sainz me dijo que usted debía aparcar del todo las motos y centrarse solo en los coches.

Si pudiera, me dedicaría al 200% a los coches, pero no es un tema que dependa de mí. Si por mi fuera yo estaría cada semana sentada en un coche y con un volante en las manos, pero no es fácil porque hace falta mucho dinero para tener un calendario completo en coches.

Cuando usted iba en moto me dijo que ganar el Dakar para usted era imposible (“Nunca ganaré el Dakar, esa no es mi lucha”) porque no tenía la fuerza física de un hombre. En coche eso ya no sucede. ¿Puede ganar?

A ver, yo no soy nadie en coche aún (risas). Pero está claro. La prueba es que Jutta Kleinsmith ganó un Dakar en coches. Lo ganó en un año en el que pasaron muchas cosas, pero Jutta estuvo al nivel para estar ahí y ganar un Dakar. Está claro que una mujer puede ganar el Dakar en coche. En mi caso, estoy empezando. Aunque si me hubieras dicho en mi primer año en moto que acabaría estando en el Top-10 me hubiera reído. En coche soy una principiante, pero sí puedo decir que el año que viene, con un coche más igualado, creo que puedo estar entre los 15 primeros.

“Claro que una mujer puede ganar el Dakar en coche. Ya lo hizo Jutta. Pero ganar no debe ser mi objetivo a largo plazo”

Lo pregunto de otra forma. ¿Su objetivo debe ser ganar en unos años?

No. Para mí el objetivo ideal y lo bonito es intentar acabar en un equipo oficial. El problema de los coches está en que el presupuesto te limita muchísimo. Pero el objetivo es llegar a tener un coche Top para ver realmente hasta dónde soy capaz de llegar.

¿Cree que es posible llegar?

Es complicado. Pero hay que trabajar para ello. Es como si el primer año en moto me dices que acabaría estando en equipos como Honda, KTM o GasGas, pues no me lo hubiera creído. Hay que creer. Si no creyera que fuera posible, seguramente no habría ni empezado.

¿Un sueño para este año?

¡Ir con rueda grande! (risas)