Laia Sanz ha puesto fin este domingo a un durísimo Dakar. Tras muchos problemas, la piloto catalana ha concluido la carrera con una trigésimo segunda plaza en T1 y una sexagésimo quinta en la general de coches después de dos semanas con muchas dificultades.
“Lo hemos sudado. Vaya 13. No creía en esto de la mala suerte, pero empiezo a pensar que el 13 está un poco maldito“, ha bromeado Laia tras concluir su participación. “Después de todo lo que hemos sudado, por un lado estamos contentos, porque creo que hemos tenido más ritmo del que esperábamos. Éramos competitivos cuando el coche ha funcionado bien”, ha explicado sobre su Astara.
Sin embargo, Laia ha lamentado las dificultades que le han alejado de poder luchar por puestos más destacados. “Pero luego está la evidencia de que cada día había problemas. Agradecer a los mecánicos que cada día han estado trabajando por la noche. Están reventados”, ha transmitido “También a Gerini. En un Dakar tan complicado es muy importante llevarte bien con la persona que tienes al lado, porque es muy frustrante. Estamos contentos de haber llegado, que pasó a ser el objetivo“, ha agradecido a su copiloto.
Laia Sanz confía en que el aprendizaje de este año le sirva para el futuro. “Cuando toda la carrera va bien y no pasa nada, es muy fácil. Pero cuando cada día pasan cosas y tienes que salir atrás porque son sorpresas, te hacen mejor y más fuerte. Espero que me sirva mucho de cara al año que viene“, ha señalado. “Algunos días pensábamos que hasta aquí, tras el vuelco y lo que hemos pasado. Regusto agridulce, pero de todo se aprende. Pero cuando no tuvimos problemas fuimos rápidos”, ha hablado sobre el espíritu de supervivencia que le ha caracterizado en este Dakar.
La piloto catalana lo ha comparado con otras ediciones. “No sé si es el Dakar más duro que he vivido, pero el más frustrante, seguro. Había tenido problemas con la moto, pero al final eran problemas de un día. Te sacabas la espina dando gas en las siguientes etapas. A nosotros no nos ha sido posible, así que a nivel mental sí que ha sido el más complicado”, ha reconocido. “Nos ha pasado de todo. Nunca había tenido problemas y esta vez ha sido cada día. Incluso hoy pensábamos que no llegábamos”, ha resumido.
Laia cree que sin ellos podría haber estado mucho más arriba en la clasificación. “Hay gente con la que estábamos rodando los primeros días que ha acabado en el top10. Es muy fácil decir que podrías estar ahí, porque el ‘y si’ no vale para nada, pero sí me he quedado con ganas de tener un Dakar limpio sin problemas mecánicos”, ha lamentado antes de explicar cómo se ha sentido en el coche. “Cuando va, funciona muy bien. Nos encontrábamos bien. Pero a veces el Dakar tiene un cúmulo de circunstancias. Siempre nos han pasado cosas. Nos quedamos con este regusto y muchas ganas de volver el año que viene“, ha expresado.
Porque Laia tiene claro que volverá en 2024 y ha pedido su particular regalo a los Reyes. “Pediría un T1 Plus”, ha dicho entre risas. “Es complicado en este mundo de los coches y ya veremos. Ojalá”, ha cerrado.