El encuentro de fútbol sala femenino disputado este sábado entre Pescados Rubén Burela y Móstoles en la pista del cuadro gallego fue el escenario de una lamentable situación protagonizada por las jugadores del equipo madrileño, según ha publicado la cadena SER.
Estas, según denunció la jugadora de Burela Lara
Balseiro en su cuenta de twitter, se negaron a someterse a un test del COVID–19 antes del encuentro, pese a que todo el material para la realización de la prueba corría a cuenta del Burela.
En señal de protesta, las jugadoras locales se negaron a disputar el primer minuto del partido, como se muestra en el vídeo colgado por la propia Balseiro. Minuto que las futbolistas del Móstoles aprovecharon para dar la espalda a sus rivales y compañeras de práctica deportiva.
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El encuentro finalizó con empate a 3 goles. Natalia
Orive, presidenta de la Asociación de Jugadoras de Fútbol Sala, emitió un comunicado en sus redes sociales muy crítica con la actitud de las jugadoras del Móstoles y en favor de las futbolistas del Burela, que disputaron el encuentro con mascarillas protectoras.
En dicha comunicado, Orive muestra su solidaridad con las jugadoras locales y su incredulidad por la situación creada, calificándola de ‘inaceptable’: “Nuestra salud no debe ser negociable”, subraya. “Hoy hemos perdido todos, hoy somos más pequeños. Más de lo que ya somos. No tengo palabras. Sólo vacío”. Y concluye: “Sin test no hay fútbol sala”.
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