Con el agua al cuello para cumplir con el Fair Play financiero, el Barça hace equilibrios y retoques de donde puede. Los fichajes son a coste cero y después de conseguir que Messi menguara su sueldo un 50% en su renovación, al club le ocupa rebajar la masa salarial. “Confiamos en que sea el ejemplo. Si lo hace el mejor del mundo….”, exponen desde los despachos de la ciudad deportiva azulgrana. El club está en conversaciones con Alba, Piqué, Sergi Roberto y Busquets, de momento predispuestos en general a ayudar aunque con matices, sobre todo Alba. “Tenemos que hacer una rebaja financiera por el momento en el que estamos”, reconoció Joan Laporta en la presentación en sociedad de Memphis Depay. Y la llave para el alivio la tiene Antoine Griezmann.
Firmado hace dos cursos por 120 millones, el francés está deseoso de regresar al Atlético. También lo quiere Simeone y el club colchonero, que está dispuesto a negociar un intercambio por Saúl, toda vez que ya advirtieron que João Félix no se toca. Pero asumir la ficha de Griezmann -entre 25-30 millones de euros anuales- es algo que el Atlético por el momento no está dispuesto. “Eso es innegociable”, señalan desde el Camp Nou. Laporta fue dialogante: “Si el mercado se mueve en esa línea (Griezmann por Saúl), estamos abiertos a todo porque estamos en un momento delicado. Estamos buscando acuerdos con los jugadores. Estos equilibrios que se deben hacer los estamos haciendo. Estamos abiertos a estudiar todo, pero ninguna de ellas va a perjudicar a tener un equipo competitivo”, convino el presidente azulgrana. El director del área deportiva, Mateu Alemany, agregó: “Valoramos mucho a Antoine. Es nivel top, estamos contentos con él. No hay mucho margen para proponer intercambios. Estamos dispuestos a escuchar situaciones, pero no será fácil que venga un club con una oferta importante que nos convenza para deshacernos de un jugador así. Se han dado por hechas situaciones que yo ni me había planteado”.
Es, en cualquier caso, Griezmann la operación deseada porque todavía tienen que amortizar 72 millones y si lo vendieran por unos 100 ganarían unos 30. Queda por ver si es o no es un callejón sin salida con el Atlético. Pero Griezmann ya sabe que Laporta y el Barça le abren la puerta.
Memphis: “Hubiese firmado sin Koeman”
Ataviado con un traje gris, media barba y unas gafas de sol redondas, Memphis Depay (Moordrecht, Países Bajos; 27 años) bajó de su Roll-Royce en el párking del Camp Nou. No era una tarde cualquiera, pues el jugador firmó como nuevo futbolista del Barcelona -por más que ya llevara tres días ejercitándose con el grupo- para después ser presentado en sociedad. “Jugué aquí en Champions con el PSV y perdimos 5 a 1. Después de ese día, seguí trabajando y trabajando… Y ahora estoy aquí, ahora es el momento de que demuestre a la afición del Barça”, señaló el atacante, que llega libre al Barça después de desvincularse del Olympique de Lyon el pasado 30 de junio y que, al igual que las demás incorporaciones, su contrato está basado en muchos incentivos por la situación delicada económica que atraviesa el club azulgrana. Su cláusula de rescisión es de 500 millones. Joan Laporta, presidente azulgrana, lo tenía claro: “Tiene mucha personalidad dentro y fuera del campo. Necesitamos este tipo de jugadores para dar más fuerza al primer equipo”.
“Es un honor ser jugador del Barcelona, un sueño hecho realidad desde que soy pequeño. Este es un club enorme que tuvo una gran repercusión cuando era niño y ahora tengo la oportunidad de jugar aquí”, señaló en un discurso manido pero no falto de verdad. Laporta lo reveló: “Tu madre me ha contado que cuando cumpliste cinco años tu abuelo te regaló una camiseta del Barça y te dijo que algún día jugarías aquí”. Memphis [quiere que le llamen así porque su padre les abandonó cuando era niño] recogió el testigo: “Una pequeña profecía. Ahora no está con nosotros, pero seguro que estaría orgulloso”. Memphis fue una petición de Koeman que se intentó durante el mercado estival del curso anterior pero que no llegó hasta este por las estrecheces económicas. “Aunque todos queríamos, no pudo ser”, reconoció el holandés. Pero no es un capricho del técnico, pues cuando le dirigió en la selección descorchó la mejor versión del futbolista. Más que nada porque compartieron 18 encuentros en los que el delantero marcó 11 goles y regaló 12 asistencias. “Sí que hubiese jugado en el Barça si Koeman no hubiese seguido. Al Barça no se le puede decir que no. Pero que Koeman ha tenido un impacto importante es obvio… Jugaba en la izquierda y me puso en el centro y funcionó”.
La duda, en cualquier caso, es si se amoldará a los movimientos de Messi, epicentro azulgrana, el jugador alrededor del cual se mueve la ofensiva del Barça. Memphis funciona mejor cuando se siente protagonista, como ha pasado en Lyon y en el PSV Eindhoven, que si forma parte del equipo, como ocurrió con el Manchester United (2015-2017). A Memphis no le preocupa. “Jugar con Messi es un sueño. He visto todos sus partidos. Es una leyenda, el mejor del mundo… Tengo muchas ganas de jugar con él porque soy un admirador ferviente suyo. Pero está claro que yo tendré que hacer lo mío para ayudar”, convino el delantero. Comienza la época azulgrana de Memphis.
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