Los caminos del Barakaldo y Aitor Larrazabal están próximos a encontrarse de nuevo. El club gualdinegro, con Jesús Mari Isusi a la cabeza, está diseñando los cimientos de cara a la siguiente temporada y su intención es contar con el técnico de Loiu. Un banquillo que ya ocupó entre 2017 y 2019. De hecho, hace exactamente un año se encontraba disputando el playoff de ascenso a Segunda División frente al Hércules.
A los problemas evidentes generados por la pandemia del COVID-19, el Barakaldo le suma la dura multa que tiene pendiente por parte de la Seguridad Social. Tocará apretarse el cinturón en Lasesarre e Isusi ya dejó caer durante esta semana que barajan la posibilidad de que una misma persona ejerza como entrenador y como director deportivo una vez confirmadas las marchas de Hernán Pérez y de Iñaki Zurimendi: “El cocinero tendrá que hacer la comida, pero también servir la mesa”.
Y ahí entra la figura de Aitor Larrazabal, que años atrás estuvo al frente de la cantera del Athletic. El exleón y el Barakaldo tienen en la agenda una reunión la próxima semana para seguir negociando las condiciones. La intención es zanjar el asunto, aunque restan detalles por pulir. Sobre todo debido a la delicada situación que atraviesan las arcas de la entidad de Lasesarre.
Larrazabal ha tenido una temporada movida. La comenzó sin equipo después de su salida del Barakaldo, pero en diciembre se sumó al proyecto del Salamanca en Segunda B. No había mucha estabilidad en la ciudad charra como demuestran los cuatro preparadores que han ido desfilando por El Helmántico. La aventura del vizcaíno finalizó a mediados de febrero, poco antes de que el fútbol se detuviera debido al coronavirus.
Son varios los clubes que han llamado a la puerta de Larrazabal en estas semanas para intentar alcanzar un acuerdo de cara a la próxima campaña. Ha mantenido conversaciones con el Hércules y con el UCAM Murcia, pero ninguna de las opciones ha salido adelante. La del Barakaldo es la más próxima a tener un final feliz.
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