Hay pocos géneros cinematográficos que tengan tanto poder de permanencia como la película de deportes para sentirse bien. Este es, en muchos sentidos, un género estadounidense por excelencia, ya que saca a relucir mucho de lo que Estados Unidos cree que es fiel a sí mismo, especialmente la creencia generalizada de que, con suficiente valor y determinación, uno puede lograr casi cualquier cosa.
Se han producido muchas de estas películas durante la historia de Hollywood, pero solo unas pocas muy selectas pueden considerarse realmente las mejores que el género ha podido producir.
10 Ángeles en el campo (1994)
Ángeles en el campo es una película que solo pudo salir de la década de 1990, centrándose como lo hace en las oraciones de un niño para que su equipo, los Angelinos de California, ganara. Como era de esperar, los ángeles del título vienen al rescate y la película termina felizmente. Es una película de deportes para sentirse bien que tira de las fibras del corazón. Sin duda, se ve favorecido por su elenco muy fuerte, que incluye no solo a Joseph Gordon-Levitt, sino también a Christopher Llloyd y Tony Danza. Es una película que es a la vez de su tiempo y también atemporal.
9 Somos Marshall (2006)
El accidente aéreo que cobró la vida del equipo de fútbol de la Universidad de Marshall es uno de los incidentes más impactantes en la historia del deporte, y somos marshall narra los intentos de la universidad de reconstruir su equipo después. Es una película que se centra en la capacidad colectiva de una comunidad y una escuela para soportar una tragedia casi impensable. Además, también cuenta con una poderosa actuación de Matthew McConaughey en uno de sus mejores papeles, quien interpreta al entrenador contratado para reconstruir el equipo y, en última instancia, los lleva a la victoria.
8 Recuerda a los titanes (2000)
Una de las marcas de una película de deportes para sentirse bien es que le permite al espectador creer que ningún problema, ya sea con un equipo o con la sociedad en general, no puede resolverse en última instancia. Ese es sin duda el espíritu motivador detrás Recuerda los titanes, que además está basada en la historia real de un entrenador de fútbol –interpretado por Denzel Washington, en uno de sus mejores papeles– y su esfuerzo por integrar a su equipo.
Es un drama poderoso que, aunque a veces es predecible, tiene un mensaje importante y edificante.
7 Carros de fuego (1981)
Hay pocas películas de deportes tan apreciadas como Carros de fuego. Incluso ahora, casi cuarenta años después de su estreno en los cines, sus mensajes siguen resonando. Centrándose como lo hace en dos corredores olímpicos, uno cristiano y otro judío, cada uno persiguiendo sus sueños por una razón diferente, es una película que todavía se siente bastante relevante. La película sobresale al entrelazar su comentario político y social con los esfuerzos de los dos hombres por ganar, de modo que, cuando el equipo británico regresa victorioso, realmente se siente como un logro monumental.
6 Campo de sueños (1989)
Campo de sueños es posiblemente una de las mejores películas de la década de 1980, además de ser una de las mejores películas sobre béisbol. Cuenta con una poderosa actuación de Kevin Costner, quien interpreta a Ray Kinsella, quien construye un estadio de béisbol en su campo de maíz y, en el proceso, logra sanar la relación rota con su difunto padre. Una película menos bien hecha se doblegaría por su sentimentalismo, pero esta película tiene éxito y deja a la audiencia con la sensación de que el béisbol, y los deportes en general, pueden curar el alma y la familia.
5 Doblarlo como Beckham (2002)
Aunque muchas de las mejores películas deportivas para sentirse bien son estadounidenses, hay algunas, como Quiero ser como Beckham, que han salido del Reino Unido. Centrándose como lo hace en la hija de los sijs británicos, su historia gira en torno a sus esfuerzos por jugar al fútbol, incluso cuando tiene que superar la resistencia de sus padres y el racismo de la cultura británica en general. Si bien hace un uso generoso de los comentarios sociales, la película nunca pierde de vista el hecho de que también es un comentario, por lo que es el tipo de película diseñada para que el espectador se sienta bien después de verla.
4 El orgullo de los yanquis (1942)
Hay pocas figuras deportivas más icónicas que Lou Gehrig, quien murió muy joven de la enfermedad que lleva su nombre. Aunque esta es una película de deportes, presta mucha más atención a la vida personal de Gehrig que a la mecánica del béisbol. Sin embargo, la película se basa en una actuación poderosa y conmovedora de la leyenda de Hollywood Gary Cooper, quien dota al personaje de la seriedad y el carisma caseros que fueron la marca registrada del actor durante el apogeo de su carrera.
3 Luces de la noche del viernes (2004)
Al igual que con muchas de las otras películas de deportes para sentirse bien que se han hecho, Las luces del viernes por la noche tiene éxito porque logra enhebrar la aguja entre las minucias de su deporte elegido, el fútbol, y las vidas y dramas personales de sus personajes centrales. Como resultado, permite que el espectador se involucre bastante con ambos, hasta el punto de que la suerte del equipo de fútbol llega a ser un reflejo de la ciudad más grande en la que se desarrolla la historia.
Estas son, en última instancia, personas por las que es fácil preocuparse y cuyas vidas se dotan de un significado significativo.
2 Rocoso (1976)
Rocoso es indiscutiblemente una de las mejores películas de boxeo jamás realizadas, en gran parte porque Sylvester Stallone tiene una presencia en la pantalla tan convincente como el personaje principal. Sin embargo, su éxito se debe a que Rocky es el tipo de personaje que el público puede animar, alguien cuya historia de pobreza a riqueza es esencialmente estadounidense. Lo que realmente la distingue es que no termina con su victoria sino con su derrota, y es precisamente este sorprendente final lo que le da a la película su poder emocional perdurable.
1 El lado ciego (2009)
Sandra Bullock ha estado en muchas películas destacadas, pero podría decirse que su papel como Leigh Ann Tuohy es uno de los mejores. Sin embargo, a pesar de lo poderosa que es su actuación, el verdadero poder de esta película proviene de la historia de Michael Oher, quien se convierte en un jugador famoso de la NFL a pesar de sus orígenes humildes. Es, en ese sentido, una historia estadounidense muy típica, pero hay una magia en la película que es difícil de negar. Aunque tiene relativamente pocas sorpresas en términos de su historia, eso es precisamente lo que le permite ser una película tan agradable.