Escritor, poeta, novelista y pintor alemán. Es Hermann Hesse, que ofrece diversidad de obras en un legado extenso e importante. Dentro de su obra podemos destacar nada menos que 40 volúmenes. Ya puedes saber cuáles son las 12 frases de Hermann Hesse.
Muchas de sus reflexiones están basadas en opiniones de su vida y experiencia, y muchas otras lo son de novelas, relatos, poemarios y meditaciones. A raíz de ello ha vendido más de 30 millones de ejemplares de sus libros y poemas.
Las frases de Hermann Hesse
- He sido un hombre que busca y aún lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.
- No es nuestro propósito el convertirnos en nuestro prójimo, es reconocernos el uno al otro, aprender a ver al otro y honrarlo por lo que es.
- Soledad es igual que independencia, la había deseado y conquistado en el transcurso de largos años. Resultaba fría, ¡oh sí!, pero también quieta, maravillosamente quieta y grande como el espacio frío y silencioso en el que giran las estrellas.
- Si para divertirte necesitas el permiso de los demás, entonces eres verdaderamente un pobre diablo.
- Siempre he creído, y sigo creyendo, que cualquier fortuna buena o mala que nos llegue siempre podemos darle sentido y transformarla en algo de valor.
- No hay ninguna realidad excepto la contenida dentro de nosotros. Es por ello que muchas personas viven una vida irreal. Confunden las imágenes exteriores por realidad y nunca permiten que el mundo dentro de ellos se afirme.
- En su juventud, siendo todavía pobre y costándole trabajo ganarse el pan, prefería pasar hambre y andar con los vestidos rotos, si así salvaba un poco de independencia. No se vendió nunca por dinero ni por comodidades, nunca a mujeres ni a poderosos; más de cien veces tiró y apartó de sí lo que a los ojos de todo el mundo constituía sus excelencias y ventajas para conservar en cambio su libertad.
- Matamos a cada paso, no solo en guerras, disturbios y ejecuciones. Matamos cuando cerramos los ojos ante la pobreza, el sufrimiento y la vergüenza. De la misma manera, toda falta de respeto por la vida, todo el coraje, la indiferencia, todo desprecio no es otra cosa que matar.
- Nuestra mente es capaz de pasar más allá de la línea divisoria que hemos trazado para ella. Más allá de los pares de opuestos en que consiste el mundo, otras percepciones nuevas comienzan.
- Amar ideal y trágicamente, oh amigo, eso lo sabes con seguridad de un modo magnífico, no lo dudo, todo mi respeto ante ello. Pero ahora has de aprender a amar también un poco a lo vulgar y humano.
- Enfermos ambos por igual nostalgia; lanzamos sueños aprensivos y hablamos quedamente de los viejos tiempos en el paterno hogar.
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