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Las 5 claves del empate de la Real ante el Leganés


Siempre resbala la Real cuando está en situación de dar el paso requerido para catapultarse en la tabla, cuando más en su mano parece tenerlo. Parece sufrir síntomas de mal de altura, propio de quien no está acostumbrado a cabalgar por la cima de la clasificación.



Pinchó en casa y contra el último por un cúmulo de circunstancias, repitiendo algunas constantes: otra vez no ganó a un colista y son ya siete veces seguidas, de nuevo se atascó contra una defensa de cinco, tercer pinchazo en cuatro partidos en casa, un encuentro más por una pérdida en la salida de balón por la izquierda, un centro y un cabezazo en el primer palo… Lo mejor que se puede decir de la Real es que sigue en la parte noble de la tabla con muchos aspectos que mejorar, sin haber facturado un rendimiento redondo.

Además de la ausencia de Odegaard, vital en el último pase y en la primera presión, un factor fundamental fue el tapete sobre el que se jugó. Históricamente, las trombas de agua en los días de partido en Anoeta, incluso algunas superiores a la del viernes, suponían que el césped estuviera más rápido, que el balón resbalara sobre el verde sin hundirse en él. Ante el Leganés, la hierba estaba blanda, pesada e irregular. Esto perjudicó al equipo que tuvo el cuero durante el 66% del tiempo, el que propuso más: la Real. Dificultó las pisadas, la precisión de los pases por el piso, los regates…en definitiva al equipo que era superior.

1. Los cambios cambiaron, pero a favor del Leganés

En este caso, fueron los suplentes del otro equipo los que cambiaron el partido a favor de sus intereses. Imanol no atinó en esta ocasión con las permutas o con el tiempo de realizarlas y en el caso del equipo pepinero, EnNesyri anotó el tanto del empate. Isak apenas tocó pelota, con Sangalli el ataque no mejoró y el último cambio fue obligado: Aritz por el lesionado Zaldua.

2. Otro error en el pase de Llorente y gol en contra

Es evidente que Llorente sufre a la hora de sacar el balón jugando como central izquierdo. Se ve obligado a filtrar pases orientado a su pierna mala y las pérdidas que acarrea han costado puntos en tres de los últimos cuatro partidos en casa. El viernes, buscó con la diestra por dentro a Willian
José, a éste se le anticipó Omeruo y la jugada acabó con el centro de Mesa y el remate de En-Nesyri.

3. Januzaj: tres asistencias, igual que Odegaard

La Real ganó en Granada sin Odegaard, pero es imposible no añorar su calidad y su trabajo. En este caso Imanol se decantó por sustituirle con Januzaj, dejando a Merino y Zubeldia como pivotes claros. La buena noticia es que el belga, lejos de desentonar, fue, sino el mejor, de los más destacados, desatascando el juego desde atrás. Suma ya tres asistencias, igual que Odegaard y Portu.

4. Un mal día del tridente, síntomas de cansancio

No fue el día de ninguno de los tres atacantes. A Willian se le vio un tanto desconectado del juego y en la que tuvo, no atinó. Portu no gozó de muchas opciones de correr al espacio porque ellos estaban muy cerrados y en estático le costó. Y tampoco fue el día más inspirado de un Oyarzabal que acusó ciertos síntomas de cansancio. Cuando el tridente no brilla, la Real no disfruta.

5. Siete veces sin ganar ante los colistas

La Real está siendo incapaz de ganar cada vez que se enfrenta al farolillo rojo de la Liga. No lo hace desde marzo de 2015. Los txuri urdin suman 4 empates y 3 derrotas ante el colista desde esa fecha, según indica Pedro
Martín: Levante, Getafe, Las Palmas, dos veces ante el Málaga, Huesca y el viernes ante el Leganés. Para viajar asiduamente a Europa es necesario ser más regular.


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