‘Que no se lesione David
Silva’. Con esa súplica celebraron muchos seguidores txuri urdin algunos de los últimos partidos de la Real, todos ellos saldados con victoria. Ese momento ha llegado. El grancanario estará en torno a dos semanas de baja y se perderá cerca de cuatro partidos al sufrir el domingo en Cádiz una lesión que se puede catalogar como leve, pero que privará a Imanol de su presencia en estos partidos tan decisivos: una rotura de fibras de grado 1 en el bíceps femoral de su pierna izquierda.
Silva se lesionó en el descuento del partido de Cádiz, en una de las últimas jugadas de otro encuentro que disputó íntegro. Imanol no le incluyó en ninguno de los cinco cambios que realizó porque, a tenor de sus decisiones, le considera el futbolista más insustituible del equipo: es el único pilar que no rota. El mediapunta de 34 años siempre es titular y ha disputado el 92,5% de los minutos de los últimos 11 partidos, ocho de Liga y los tres de la Europa League. Desde que superó el coronavirus, lo ha jugado prácticamente todo.
Silva, en consecuencia, se perderá con seguridad el decisivo encuentro de mañana ante el AZ Alkmaar, en el que la Real se jugará buena parte de sus opciones de clasificarse y el muy trascendente choque del domingo ante el Villarreal, rival directo hasta la fecha, en Anoeta. Lo normal es que el crack procedente del City tampoco pueda entrar en acción ni ante el Rijeka en Anoeta ni contra el Alavés en Mendizorroza. Quizá pueda reaparecer en Nápoles el próximo 10 de diciembre, sobre todo si es indispensable empatar o ganar ese encuentro para quedar entre los dos primeros.
La ausencia del grancanario representa un contratiempo de gran magnitud para la Real, aunque a Imanol le tranquiliza las garantías que ofrecen sus posibles sustitutos. Esta temporada más que nunca la Real es una plantilla con recursos y hay fondo de armario.
Las alternativas
La alternativa más acusada es la de colocar a Oyarzabal en la posición de Silva y a Januzaj y Portu en los puestos de extremo con un ariete, Willian
José o Isak. En esa ecuación podría entrar directamente Barrenetxea por la izquierda. Otra opción similar, y quizá la más osada, sería la de retrasar la posición de Januzaj para dejar intacto el tridente formado por Portu, Isak o Willian
José y Oyarzabal.
La entrada de Roberto
López en el lugar de David
Silva representaría el recambio quizá más natural, una permuta hombre por hombre que no trastocaría otras líneas del equipo. El maño ocupó su lugar en la primera jornada de Liga en Valladolid. En la segunda, ante el Madrid, Imanol optó por colocar a Oyarzabal de mediapunta, con Januzaj y Portu en las bandas e Isak de ariete.
La entrada de Merquelanz o la colocación de un doble pivote con Zubimendi, Guevara o Zubeldia, y Merino de mediapunta son posibilidades más remotas.
El canario lo había jugado casi todo desde su debut
Imanol no pierde a una pieza cualquiera, tendrá que prescindir de una estratégica, medular en su esquema, aunque es seguro que el entrenador no hará un drama hoy de su ausencia. David
Silva ha sido el jugador más utilizado de toda la plantilla realista en los últimos 11 encuentros, los que se han disputado desde que se curó del todo del coronavirus. Los hechos demuestran que para Imanol es el futbolista más determinante o por lo menos más difícil de sustituir, como evidencian dos datos demoledores: es el único futbolista de los 26 del primer plantel que ha sido titular en estos últimos 11 encuentros y además ha disputado el 92,5% de los minutos de estos envites, ocho de Liga y los tres de la Europa League.
La Real se juega mañana buena parte de sus opciones de clasificarse para los dieciseisavos de final de la Europa League ante el AZ Alkmaar. Silva disputó íntegros los tres duelos anteriores de la segunda competición continental, contra el Rijeka, el Nápoles y el AZ en Anoeta.
En Liga, se perdió el primer choque contra el Valladolid en Pucela porque todavía estaba de cuarentena. Ya liberado de las cadenas del covid-19, debutó ante el Real Madrid participando en los últimos 28 minutos. A partir de ahí, jugó 79 minutos en Elche, 68 contra el Valencia, 83 frente al Getafe, 84 en la cancha del Betis, 76 ante el Huesca, 79 contra el Celta en Vigo donde marcó, y 90 en las dos últimas citas frente al Granada y el Cádiz. De los últimos cinco encuentros, en cuatro escuchó desde el césped el pitido inicial y el final.
Encomiable comportamiento
Es ejemplar el comportamiento de Silva durante los partidos. Parecía irrompible e infatigable cuando se le veía apretar sin balón en los últimos minutos de los partidos. De hecho, ante el Cádiz se lesionó por buscar un balón en la banda arrojándose al suelo en el descuento. Ha cometido más faltas de las que ha recibido y sus cifras relacionadas con la distancia recorrida son muy considerables. Es una gran pérdida, que Imanol no llorará.
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