Sólo se ha completado una cuarta parte del campeonato liguero y, como todavía es pronto, no deberían aparecer los agobios clasificatorios. Sin embargo, tras su irregular inicio, el Eibar necesita encadenar resultados positivos para estar más tranquilo.
Se acerca el invierno y la puntuación obtenida hasta este momento por los armeros les abriga bastante poco. Suman nueve unidades después de otras tantas jornadas consumidas acercándose peligrosamente al abismo.
Lo que pega ahora son comidas consistentes para templar el cuerpo. Valladolid es un lugar donde tradicionalmente siempre se ha solido comer muy bien y allí ya empiezan a cocerse las viandas. En todos los sentidos.
Se enfrentan dos equipos con trayectorias paralelas en Liga. Los pucelanos aún no han conseguido ganar como locales esta temporada mientras que el bloque eibarrés tampoco ha vencido fuera de casa.
Asimismo, entre ambos llevan ocho igualadas este curso, casi la mitad de los choques que han disputado. Teniendo en cuenta estas estadísticas un empate sería lo más probable, pero el fútbol, afortunadamente, no es matemático. Ahí está su principal atractivo. Resulta impredecible.
Para esta visita José
Luis
Mendilibar, que regresa a la que fue su casa durante cuatro campañas, no podrá contar con el lesionado Róber
Correa. Los demás integrantes del primer plantel azulgrana están disponibles.
El trivote cobra fuerza
Por ello, el entrenador vizcaíno ha tenido que realizar tres descartes. Iván
Ramis, ya recuperado, Esteban
Burgos, aunque entrena con normalidad desde hace varias semanas no se ha estrenado, y Charles, titular en la última derrota frente al Barça, han sido los sacrificados.
Cumplida su sanción, Escalante vuelve a una convocatoria de 18 jugadores, donde está incluido Kike
García, que era duda porque se torció el tobillo derecho esta semana.
Mendilibar tomó buena nota de lo ocurrido ante el vigente campeón y probablemente decida alinear otra vez un trivote, sistema que le funcionó a las mil maravillas en citas anteriores. Aun así, como es habitual, no hará demasiadas modificaciones.
Delante estará el conjunto blanquivioleta por antonomasia. Sergio González tiene las ausencias de Javi
Sánchez, Fede
San
Emeterio, Rubén
Alcaraz y Sandro
Ramírez, que sufren diversos problemas físicos. Por su parte, recupera al exarmero Pablo
Hervías.
El partido del José Zorrilla también será especial para la entidad de Ipurua. Cumplirá 200 en Primera División y quiere celebrar dicha efeméride tan especial con una victoria que le permita aumentar esa cifra.
Seguro que Juan
Luis
Mardaras, se portarán brazaletes negros para homenajearle, continuará disfrutando orgulloso allá donde esté de un sueño hecho realidad gracias en gran parte a su trabajo desinteresado por el club durante muchos años.
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