La oficina de ‘Rappler’, este miércoles en Manila.ROLEX DELA PENA (EFE)
La libertad de prensa en Filipinas ha sufrido un nuevo revés a tan solo un día de que Rodrigo Duterte abandone el palacio de Malacañán. El último blanco de las autoridades ha sido el portal de noticias Rappler, medio independiente cofundado por la Premio Nobel de la Paz Maria Ressa, y conocido por escudriñar cada paso del presidente saliente. La Comisión de Bolsa y Valores de Filipinas (SEC, por sus siglas en inglés) ordenó el martes el cierre del digital, alegando que infringe las restricciones impuestas sobre los derechos de propiedad de los medios de comunicación. Desde Rappler niegan tales acusaciones y han confirmado que continuarán trabajando como de costumbre y que apelarán la decisión al Tribunal Supremo.
“Anoche, apenas pude dormir porque recibimos una orden de cierre”, adelantó este miércoles Ressa durante su intervención en la Conferencia Internacional de Medios del Centro Este-Oeste de Honolulu (Hawái, Estados Unidos). La periodista de 58 años ha sido declarada en numerosas ocasiones “enemiga número uno” de Duterte por sus laureados reportajes que pusieron el foco sobre su sangrienta guerra contra las drogas.
La fundadora de ‘Rappler’ y Premio Nobel de la Paz Maria Ressa, este miércoles durante una videoconferencia. ROLEX DELA PENA (EFE)
La SEC corroboró más tarde, a través de un comunicado, que ha revocado el registro del portal de noticias por violar una cláusula constitucional que estipula que la inversión en los medios de comunicación está exclusivamente reservada a entidades nacionales. El ente regulador ya emitió una decisión judicial similar contra Rappler en enero de 2018, tras la cual el digital continuó operativo.
El organismo gubernamental “afirma y reitera su decisión anterior” de que Rappler “elaboró intencionadamente un plan” para encubrir la inversión extranjera y “vender el medio de comunicación a foráneos”. La inversión en cuestión proviene de Omidyar, un fondo de inversión creado por el fundador de eBay, Pierre Omidyar. No obstante, según asegura el digital, el instrumento financiero que rige dicha inversión es un recibo de depósito emitido por Rappler Holding que no ofrece ningún tipo de control sobre la empresa. Desde la compañía aseveran, además, que la propia SEC aceptó este tipo de acuerdo en 2015.
Desde Rappler han confirmado que tienen intención de recurrir la sentencia, argumentando que el procedimiento ha sido irregular: “Hay una gran diferencia entre los recibos de depósito y las acciones. Ese es uno de los puntos de controversia y esperamos que, debido a la importancia de este caso y su implicación en la libertad de prensa, el Tribunal Supremo resuelva finalmente esta cuestión tan importante”, expresó en una conferencia virtual Francis Lim, asesor jurídico jefe del portal de noticias.
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Fundado en 2012, Rappler se convirtió en un medio de referencia por combatir la desinformación y destapar muchos de los abusos cometidos durante la batalla contra los estupefacientes lanzada por Duterte en 2016, en la que Human Rights Watch denuncia la muerte de hasta 30.000 personas, y contra la que el Tribunal Penal Internacional autorizó el pasado septiembre una investigación por posibles crímenes contra la humanidad.
Esa postura crítica ha causado innumerables problemas tanto a Rappler como a su fundadora, a quien le ha costado la enemistad con las autoridades. Ressa, ganadora del Nobel de la Paz de 2021 junto al periodista ruso Dmitri Muratov, está condenada a seis años de prisión por un delito de difamación cibernética, un caso aún pendiente de apelación.
Además, tiene otras siete causas abiertas, que le podrían acarrear condenas de hasta un siglo entre rejas, y cuyas acusaciones son negadas tanto por ella como su equipo legal. “Nos vamos a mantener en la misma línea. No vamos a renunciar voluntariamente a nuestros derechos. No deberíamos hacerlo. Sigo apelando porque cuando renuncias a tus derechos, no los recuperas”, mantiene la reportera, quien se niega a exiliarse a pesar de contar con la ciudadanía estadounidense.
Tanto ella como sus compañeras —la redacción está compuesta mayoritariamente por mujeres jóvenes— han sido blanco de continuas campañas de hostigamiento en redes y han recibido amenazas explícitas de muerte y violación. “En estos seis años hemos sufrido intimidación y acoso, pero son tácticas políticas a las que nos negamos a sucumbir”, asevera Ressa, elegida Persona del Año en 2018 por la revista Time precisamente por dirigir Rappler “en contra de una tormenta provocada por dos de los mayores retos al que se enfrenta el universo de la información: las redes sociales y un presidente populista con inclinaciones autoritarias”.
El fallo de la SEC se ha hecho público un día antes de que Ferdinand Marcos Júnior, hijo del dictador que gobernó Filipinas con mano de hierro durante dos décadas, asuma la presidencia tras una victoria arrasadora en los comicios de mayo, que vino precedida de una campaña marcada por la desinformación y un discurso blanqueado de la historia.
También conocido por su apodo de la infancia, Bongbong, gobernará de la mano de Sara Duterte-Carpio, hija del presidente saliente. Una alianza que tanto analistas internacionales como organizaciones de derechos humanos temen que terminará de socavar los cimientos democráticos del país y agravará el recorte de libertades que se ha producido durante la el mandato de Rodrigo Duterte. Según el último informe elaborado por Reporteros Sin Fronteras, Filipinas ocupa el puesto 147 de 180 en el ranking sobre libertad de prensa.
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