Las bajas laborales se han triplicado en las tres últimas semanas en Cataluña, coincidiendo con la llegada de la variante ómicron del coronavirus y un fuerte aumento de los contagios. La última semana de diciembre concluyó con 79.484 ausencias al trabajo por enfermedad, frente a las 27.249 de la segunda. La nueva variante del coronavirus surgida en Sudáfrica ha situado las cifras en niveles récord desde que empezó la pandemia, hasta alcanzar los 123.927 positivos en los últimos siete días.
El impacto está siendo de tal magnitud que los ambulatorios están saturados y que el Govern ha pedido a las personas que se hagan la prueba de antígenos por cuenta propia y den positivo, que lo utilicen como prueba de enfermedad y que tramiten la baja laboral por vía telemática. Pueden pedir esa baja los positivos, sean sintomáticos o asintomáticos, y los contactos estrechos que no están vacunados, ya que son estos los supuestos en los que una persona está obligada a guardar una cuarentena que, recientemente, se ha reducido de 10 a 7 días (si no hay síntomas).
Los últimos datos de la Generalitat, con la cautela de un fin de semana que coincide con la Nochevieja, muestran cierta atenuación en la expansión del coronavirus en la sexta ola. La velocidad de reproducción de la enfermedad bajó a 1,81, mientras que la tasa de positividad de los tests se sitúa en el 24,99%. La incidencia acumulada en los últimos 14 días es de 2.397 por cada 100.000 habitantes y la media de edad de los afectados se sitúa en los 36,54 años. La tasa de riesgo de rebrote está en los 4.215 puntos, mientras que un día antes era de 3.796.
Ayer el número de positivos había crecido en 8.117 casos respecto al sábado y en las últimas 24 horas no se había registrado ningún fallecimiento relacionado con la covid (van 24.623 desde que explotó la crisis sanitaria en la comunidad). Los hospitales catalanes tienen ingresados a 1.671 pacientes, 79 más que la jornada anterior, y de ellos 443 —diez más—están en unidades de cuidados intensivos (UCI).
Diversos expertos consideran que la semana que empieza mañana podría ser la que registre el pico de contagios. En declaraciones a Rac1, la integrante del Grupo de Investigación en Biología Computacional de la Universidad Politécnica de Barcelona, Clara Prats, indicó que “si los datos que estamos viendo, reflejan realmente lo que está pasando, el pico de contagios podría ser la primera semana de enero”. Si no fuera así, “se nos movería hacia la segunda, pero podría ser ésta misma”. Enric Álvarez, del mismo grupo, señaló en Catalunya Ràdio que los datos del último día apuntan a que es posible que “la próxima semana tengamos el pico, pero no es seguro”.
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