Los profesores del MIT Karen Gleason y Vladimir Bulovic, junto con un equipo de estudiantes, han creado una celda solar impresa que puede “imprimir” celdas solares en papel o tela, lo que permite celdas plegables y enrollables que no pierden su conductividad.
La construcción de celdas solares solía requerir altas temperaturas y excluía el uso de papel y tela. Ahora, sin embargo, las temperaturas inferiores a 120 grados Celsius y las técnicas de impresión basadas en vapor significan que puede colocar el material en casi cualquier cosa. En lugar de tener un sustrato de vidrio u otro material, este método permite a los fabricantes reducir los costos de materiales y el uso de recursos. Esto también reduce los costos de instalación, ya que podría, de manera factible, colocarlo sobre una superficie plana como un techo y conectarlo a la red eléctrica.
Lamentablemente, estas células solares aún no son particularmente eficientes, con un máximo de alrededor del 1%. Se están elaborando planes para mejorar considerablemente esta tecnología en los próximos años.
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