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Las clásicas aguas revueltas del Turia


Mestalla no pasa por ser un balneario del fútbol. Cuando un proyecto del Valencia promete, la crisis de resultados torpedea el bienestar. Ni siquiera regresar a la senda de un título, como la Copa del Rey en 2019, es garantía de felicidad, con galopantes crisis institucionales posteriores. Y ahora que a orillas del Mediterráneo se consolidan como candidatos a Europa, las lesiones quebrantan la placidez: el remanso de paz está descartado.



Las dudas se amontonan en torno al Valencia en vísperas de su visita a Anoeta del sábado por la tarde. Albert
Celades, el entrenador con aires discretos que sustituyó a un Marcelino más bullicioso, se encuentra en la pantanosa tesitura de tener que lidiar con una plaga de lesionados. Ha tenido incluso que rebajar la carga de los entrenamientos a la desesperada búsqueda de la mansedumbre.

La Real espera a un Valencia que hasta el amanecer del jueves no dirigirá sus cinco sentidos al duelo directo por Europa de Anoeta. No en vano, el regreso a la primera plana de la Champions galvaniza la atención en la ciudad de las fallas. Este miércoles juegan en Italia contra el Atalanta la ida de los octavos de final.

El explosivo Valencia aterrizará en Gipuzkoa marcado por el resultado que obtenga en la Copa de Europa. Y maniatado por la sucesión de contratiempos físicos que sacuden a su plantilla. Tres defensas como Garay, Paulista y Piccini están lesionados y se perderán el encuentro que les enfrenta a la Real. Su máximo goleador, Maxi
Gómez, vio la quinta amarilla contra el Atlético de Madrid y debe cumplir su castigo en Anoeta.

Cillessen, Florenzi y Manu
Vallejo se ejercitaron al margen del grupo en el cuartel general valencianista de Paterna y su presencia en Champions y Anoeta es dudosa. Celades respiró ayer cuando vio que Coquelin, renqueante, se apunta al bombardeo de partidos.

Los síntomas deportivos tampoco son favorables para el Valencia. Sus tres victorias ligueras de 2020 han sido en Mestalla y llevan 2 meses sin ganar fuera. Son las clásicas aguas que bajan revueltas por el Turia.


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