Boston Dynamics es una empresa especializada en la robótica que, a lo largo de los últimos años, llamó la atención de todo el mundo con su robot Atlas, probablemente el robot más parecido a los seres humanos que hemos conocido nunca y que, de vez en cuando, vuelve a ser introducido al público para mostrar las capacidades y talentos que ha ido adquiriendo durante su ausencia.
El caso es que la compañía va compartiendo vídeos en los que se puede ver cómo este humanoide robotizado va resolviendo obstáculos que se aparecen en su camino, y que han sido puestos allí justamente para demostrar que posee una destreza superior a la de las personas promedio.
¿Cómo es el robot Atlas?
Al final, el robot se deshace de todos los retos que se le interponen, realizando complejísimos saltos o bien practicando parkour con la misma habilidad con la que lo hacen los profesionales que se dedican desde toda la vida a esa disciplina, lo que evidencia su casi infinito potencial.
Atlas, el futuro de la robotización
Desde Boston Dynamics explican que su robot Atlas puede alcanzar esos conocimientos y acciones gracias a que se le ha enseñado a imitar los movimientos de los seres humanos, copiando la forma en la que debe flexionar sus articulaciones robóticas de acuerdo al desafío con el que se tope.
Por supuesto, no es que el robot disponga de ese nivel de perfección desde el primer día, sino que se requieren de interminables pruebas hasta que finalmente llega al final de los circuitos sin caídas, golpes ni detenerse por considerar que alguno de aquellos obstáculos es imposible de superar.
En cualquier caso, los ingenieros y desarrolladores consideran que aún hay gran margen de mejora, y que definitivamente podrá “realizar la misma gama” de desplazamientos que los seres humanos.
El parkour, su mejor entrenamiento
Y no es casual que hayan decidido entrenarlo haciendo un poco de parkour, porque esta disciplina supone que se afinen características muy valoradas de cara al porvenir de la robótica de este tipo. Hablamos de necesidades como las de mantener el equilibrio, tener buenas caídas tras un salto, enlazar unos movimientos con otros, sin que los primeros afecten para mal a los segundos, etc.
Atlas aún está lejos de ser autónomo, ya que depende en buena parte de la vigilancia constante de quienes lo han creado pero, de todos modos, son optimistas respecto a la posibilidad de crear una “base sólida para abordar el siguiente conjunto de problemas de investigación”.
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