La amenaza de Donald Trump de imponer un gravamen del 5% a partir del próximo lunes sobre todos los productos mexicanos —que aumentaría hasta llegar al 25% en octubre— si el país latinoamericano no frena la inmigración irregular a EE UU, ha hecho saltar las alarmas en México por el potencial impacto sobre su economía, muy dependiente del mercado estadounidense. Se trata de la mayor crisis en la relación bilateral entre Estados Unidos y México que haya existido recientemente. Estas son algunas de las incógnitas alrededor de este tema:
¿Por qué Trump amenaza a México con imponer aranceles?
El presidente de Estados Unidos anunció el viernes pasado, a través de Twitter, que impondría este gravamen a los productos mexicanos si México no frenaba de una vez la migración ilegal de Centroamérica. Algo que los analistas consideran como un “pretexto”: “México no puede detener la migración ilegal. Ni siquiera Trump ha podido. Él sabe que eso no se va a poder solucionar”, apunta el economista y director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz. Para él, como para muchos expertos, la medida se trata realmente de “quitarle el atractivo a México para que las empresas dejen de invertir en el país por la posibilidad de exportar fácilmente a Estados Unidos”. Además, según de la Cruz, el mensaje es claro: “Echar para atrás el proceso de integración de México en el mercado norteamericano”. Además de la economía, otro factor importante en esta crisis son las elecciones presidenciales de 2020 a las que Trump anunciará la próxima semana su aspiración a reelegirse.
¿Cuál es el plazo que ha impuesto Estados Unidos a México?
El plazo límite que ha impuesto Trump para comenzar con la imposición de un 5% de impuestos a cualquier producto mexicano, sin distinción, es el próximo 10 de junio. Y esta tasa se aumentaría hasta un 25% en octubre, según las amenazas del mandatario estadounidense.
¿Qué está haciendo México para impedirlo?
La delegación mexicana, encabezada por el canciller Marcelo Ebrard, prepara en Washington una reunión clave este miércoles, en la que está previsto que asista el vicepresidente de EE UU, Mike Pence, así como el secretario de Estado, Mike Pompeo, para evitar que se haga efectivo el gravamen o minimizar al máximo posible los efectos. Los mexicanos buscan exponer al Gobierno estadounidense que existen diversos esfuerzos para frenar la migración en la frontera común y que la discusión arancelaria no tiene cabida una vez que ya se ha discutido el Tratado de Libre Comercio (NAFTA, por su siglas en inglés).
¿Qué consecuencias tendría este impuesto para México?
Según los analistas, la amenaza supone dos efectos claros: el primero es el mensaje de que Trump puede amenazar a México con poner aranceles pese a sigue vigente el TLC —firmado en 1993— y mientras está en proceso de ratificar una nueva versión del acuerdo, el TMEC. Esto genera mucha incertidumbre para la inversión en el país, que ya se ha visto afectada —aunque moderadamente— desde que el mandatario estadounidense amenazara con medidas de este tipo desde su precampaña y durante el inicio de su Gobierno. “Incluso con un acuerdo vigente, los inversionistas sabrían que las restricciones comerciales pueden surgir en cualquier momento y por cualquier motivo”, explican desde el BBVA Research.
El segundo efecto es que si se llegan a aplicar estas sanciones, que alcanzarían un preocupante 25% en octubre, implicaría que México dejará de crecer y, según han advertido los expertos desde el BBVA, México entraría en una recesión. Ya que las exportaciones suponen para el país entre un 1% y un 1,5% del PIB de México. Con esta medida, Trump tiene en sus manos la posibilidad de cerrarle un mecanismo de crecimiento a México, que siempre ha sido un atractivo para las empresas por su cercanía y acuerdos con el vecino del norte.
¿Qué podría hacer México ahora?
Los expertos consideran que la estrategia del presidente Andrés Manuel López Obrador de “no caer en la provocación” es buena, pues la posibilidad de éxito en esta negociación es bastante limitada y lo importante ahora es generar espacios de negociación. También, los mexicanos pueden recurrir a la Organización Mundial del Comercio (OMC) y esperar a que se dirima legalmente esta situación, aunque el problema que plantea esta vía es que el fallo podría postergarse años y no evitaría una recesión en la economía mexicana en este año.
Otra opción que plantean los analistas es enfocarse en hacer cabildeo con políticos y empresarios de Estados Unidos, especialmente en las entidades con más relación comercial con México (como California, Michigan o Texas). Intentar presionar de forma que la reelección de Trump se viera afectada por una caída del voto en estos Estados, por ejemplo. El economista De la Cruz propone además la medida de “sanciones espejo”, esto es, imponer aranceles a productos estadounidenses, aunque esto implique iniciar una guerra comercial.
¿Cómo afectaría la imposición de aranceles a los consumidores en Estados Unidos?
Las tarifas para las importaciones procedentes de México tendrían un impacto negativo en la economía de EE UU. En un primer momento los precios de estos productos tendrían un alza debido a que buena parte de ellos pertenecen a cadenas de producción que ocurren en ambos lados de la frontera. “Esperaríamos una reacción negativa por parte de las empresas estadounidenses por el efecto negativo sobre la competitividad de las cadenas de valor, lo que también podría generar oposición por parte de los republicanos”, señalan desde el BBVA Research.
¿Se podría haber evitado esta situación?
Los expertos coinciden en que sí. O al menos se podrían haber minimizado los efectos de una amenaza que no es nueva. “Esto comenzó desde el gobierno de Peña Nieto y ni entonces se han tomaron suficientes medidas precautorias”, apunta De la Cruz. Algunas de las medidas que, según el economista, se podían haber tomado desde la Administración de López Obrador consisten en haber impulsado la inversión en obra pública, haber reducido los programas de austeridad y, algo que tocó directamente a la certidumbre de la inversión extranjera en México, la cancelación del aeropuerto de Texcoco. “El nuevo Gobierno subestimó esta posibilidad [la imposición de aranceles] y no generó el escenario de inversión interna necesaria”, añade.
México debe entender mejor la situación del mercado mundial y acercar la inversión a otros países y regiones. “Debemos tener claro que esto es el costo de la dependencia económica con Estados Unidos. Pensar que esto en un mundo globalizado no nos iba a causar problemas fue contraproducente”, añade el economista. El BBVA Research considera que aunque la imposición de aranceles no llegue a materializarse, el daño ya está hecho y la incertidumbre podría persistir en los próximos meses. El anuncio de Trump es una señal de que los tratados comerciales internacionales “pueden romperse o violarse fácilmente de manera unilateral”.
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