1. La increíble salida de Binder.
Por la mañana el piloto sudafricano se clasificó en una triste 15ª posición. -quinta línea de parrilla-. Por la tarde, de la segunda curva de carrera salió quinto; de la quinta curva, cuarto; de la 13ª, tercero; tres vueltas después Binder rodaba en cabeza. Posición que no abandonó hasta la bandera de cuadros.
2. La Q2 de la mañana.
La condiciones de la pista en la tanda que definió la parrilla, mojada al principio y con parches de humedad al final, obligó a los pilotos y equipos a jugársela a neumáticos de lluvia o de seco. Los que arriesgaron montando slicks -Bezzecchi, Marini, Márquez y Bagnaia- se clasificaron primero, segundo, tercero y séptimo; en carrera terminaron segundo, tercero, quinto y sexto. Las Aprilia, hasta ese momento las favoritas, en cambio apostaron por neumáticos de mojado; se clasificaron quintos y novenos; en carrera nunca tuvieron opción al podio.
3. El mano a mano de Marini y Bezzechi.
El duelo por el segundo puesto entre los dos pilotos del equipo Team VR46 capitaneado por Pablo Nieto permitió a Binder abrir un hueco de 8 décimos. Cuando Bezzecchi finalmente se puso segundo no le quedaron vueltas para asaltar el liderato; entró en meta a 0,072 s del sudafricano.
4. El ‘café para todos’ de Ducati.
La marca italiana pone en manos de sus ocho pilotos motos con las que cualquiera de ellos es capaz de ganar. En Argentina tres pilotos de equipos privados terminaron por delante de Bagnaia, actual Campeón del Mundo y piloto referencia en el equipo de fábrica.
5. El formato.
El nuevo formato Sprint genera una intensidad en la pista que lleva las carreras a una dimensión no conocida hasta ahora. Si Dorna buscaba espectáculo para atraer nuevo público, ha acertado al 100%.