Las claves del diciembre negro del Barça de Jasikevicius

El
Barça cayó este miércoles en pista del Bayern Munich (90-77) para cerrar un diciembre decepcionante, en el que el equipo azulgrana ha cambiado de cara de forma radical respecto al mes anterior. La brillante victoria del domingo en pista del Real Madrid (82-87) no puede esconder el paso atrás dado por los azulgrana, que de perder solo uno de los nueve partidos jugados en noviembre han pasado a ceder en cinco de los doce jugados en diciembre (la racha es 6 derrotas de 13 partidos si contamos el último de noviembre, revés ante el ASVEL). El retroceso es especialmente notable en la Euroliga, donde el Barça ha perdido cuatro de los siete partidos jugados, incluidos los tres últimos (Maccabi, Anadolu Efes y Bayern), lo que le ha hecho bajar de la primera a la tercera posición de la clasificación (11-6), por detrás ahora de CSKA Moscú (14-3) y Real Madrid (12-5).

La última derrota del Barça, ante el Bayern Múnich

Resumen del FC Bayern Munich - FC Barcelona de Euroliga

¿Qué ha cambiado en un mes para que la imagen del Barça sea ahora tan diferente? La explicación hay que buscarla sobre todo en el calendario, con un diciembre en el que los azulgrana han jugado 12 partidos, uno cada 2,5 días. Esa misma cadencia o similar han tenido los otros tres equipos españoles en Euroliga pero en el caso del Barça el efecto se ha agravado por culpa de las lesiones. Víctor Claver lleva sin jugar desde mediados de octubre por culpa de una fascitis plantar, Brandon Davies se ha perdido los últimos cinco partidos (incluidas las tres derrotas seguidas en Euroliga) por unos problemas en un gemelo y Nikola Mirotic no estuvo el miércoles en la pista del Bayern por culpa de unos problemas personales que a última hora le hicieron quedarse en Barcelona.

Calendario más cargado que nunca, lesión de jugadores clave y, además, una plantilla mucho más corta que las últimas temporadas. Hace un año, por ejemplo, Svetislav Pesic tenía a su disposición a 16 jugadores sénior y tenía que hacer descartes antes de cada partido. Esta campaña Sarunas Jasikevicius empezó con 13 jugadores sénior (a los que sumó al ‘ascendido’ Sergi Martínez), y uno de ellos (Thomas Heurtel) no cuenta desde hace semanas y ha acabado apartado del equipo por el engaño que protagonizó en la negociación para su salida del club. En Munich Saras dispuso de solo diez sénior y tuvo que completar la plantilla con los jóvenes del ‘B’ Ibou Badji y Brancou Badio. Y ello se agrava por el hecho de que hasta cuatro jugadores (Pustovyi, Smits, Bolmaro y Martínez) están teniendo por primera vez una responsabilidad real en el primer equipo tras haber sido casi figurantes bajo el mando de Pesic.

Calendario cargado, bajas y plantilla corta conducen a una clara desventaja competitiva pero los problemas no acaban ahí. Los recortes económicos provocados por la pandemia del coronavirus llevaron al Barça no solo a reducir el número de efectivo de su plantilla sino también a hacerlo sin el equilibrio óptimo, lo que se ha traducido en un equipo descompensado. Se marcharon dos bases (Delaney y Pangos) y solo llegó uno (Calathes), lo que habría tenido sentido si Heurtel se hubiera adaptado a lo que le pedía el entrenador. Pero sin el francés plenamente integrado y aportando, el Barça va cojo en la dirección y Jasikevicius ha tenido que tirar de Hanga como ya hizo Pesic en su día.

El otro gran problema es la ausencia de un jugador interior pues la marcha de Tomic no fue cubierta con ningún relevo. El Barça lleva meses en el mercado pero el escaso dinero en caja hace que de momento no haya llegado ese 4-5 atlético y dinámico con el que sueña Jasikevicius. La baja de Davies ha dejado al descubierto la debilidad del juego interior azulgrana. El Barça ha perdido los tres partidos de Euroliga que ha jugado sin el pívot estadounidense. Artem Pustovyi es capaz de aportar cosas en ataque pero le cuesta mucho más atrás. Es sintomático que el ucraniano haya anotado 20 puntos pero solo haya cogido un rebote en las tres últimas derrotas en Euroliga.


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