1. La caída de Quartararo.
La presión le ha podido a Fabio Quartararo. Después de irse al suelo en Aragón en la primera vuelta, terminar sólo octavo en Japón y no puntuar en Tailandia, salió a carrera sabiendo que no sólo tenía que hacer un buen resultado sino que debía terminar por delante de Bagnaia. La salida no fue buena y en la tercera vuelta cometió el primer error saliéndose recto en la curva #4; cinco vueltas más tarde se fue al suelo en la #2. Su caída cambió completamente la estrategia de carrera de Bagnaia y la situación del campeonato a dos carreras del final.
2. El ritmo de la carrera.
El miedo con el desgaste del neumático trasero hizo que los pilotos rodasen realmente “lento”. Esto permitió a pilotos como Rins, Marini o Bastianini, que venían detrás, llegar al grupo delantero, y a Márquez disputar la victoria -véase clave #4-.
3. El final de recta de Rins.
Alex y su equipo habían estudiado antes de la carrera las curvas en las que debía “ahorrar” neumático trasero. La curva #1 no era una de ellas por lo que Rins lo exprimía al máximo, lo que le permitía llegar a la curva #2, donde era claramente superior al resto, más rápido y mejor colocado.
4. La elección de Márquez.
Montar en el último momento el neumático blando trasero en contra de la opinión del equipo fue una de las claves de su resultado. Además tuvo la “colaboración” de un ritmo de carrera lento, que le ayudó a conservar la goma hasta el final de la carrera… “Me la jugué, porque sabía que de haber salido con lo mismo que los demás no habría tenido opciones”
5. El ”respeto” de Bezzecchi.
Como ya hiciera en Japón, Marco ha vuelto a frenarse cuando llegó a la rueda de Bagnaia, renunciado a un resultado final mejor. Y es que como declaró la pasada semana, “yo corro para estar algún día en el equipo de fábrica”. ¿Queda claro, no?