Puede que tan solo sea un partido, pero hay brotes verdes en los Lakers. La cómoda victoria ante los Golden State Warriors ha sentado de maravilla en Los Angeles, con muchos frotándose las manos (y los ojos) tras la paliza a los vigentes campeones.
La verdad es que la victoria tuvo todo lo necesario para una inyección de ilusión: cómodas rentas, las superestrellas (LeBron James y Anthony Davis) jugando menos de 30 minutos y con el banquillo aportando. Solamente la lesión de D’Angelo Russell tuvo algo negativo en una noche para el optimismo.
Aún queda mucho camino por recorrer, ya que los Lakers son ahora decimoterceros en el Oeste con un balance de 28-32, pero ya han mandado un aviso a la liga y si se cumplen tres factores, el anillo no es descabellado.
Anthony Davis
El factor diferencial
Que LeBron james va a rendir y que va a estar ahí esta fuera de toda discusión, por lo que las opciones de los Lakers pasan en gran medida por la otra superestrella del conjunto de Los Angeles.
Durante los meses de noviembre y diciembre, la ceja más famosa de la NBA promedió a lo largo de 13 partidos unos números extraordinarios: 32,4 puntos, 14 rebotes, 2,8 asistencias, 2,3 tapones y 1,2 robos.
¿Por qué no pudo seguir con estas estadísticas? Por lo de casi siempre: problemas físicos. Si las lesiones lo respetan, Anthony Davis es sin duda uno de los mejores jugadores de la liga y de su estado de forma dependerá -en gran medida- el futuro inmediato de los Lakers.
Profundidad de plantilla
Los suplentes por fin aportan
El trade deadline fue una gran victoria para los Lakers. No solamente por quitarse de encima a Russell Westbrook, sino porque los recién llegados suman y dan sensación de equipo.
La muestra es pequeñísima pero se pueden sacar conclusiones, ya que el equipo marcha con un 3-1 desde el cierre de periodo de traspasos. Ante los Warriors ya se vio que las caras nuevas no han venido a Los Angeles de vacaciones: están ahí para la causa.
LeBron James
Se le acaba el tiempo al Rey
El recientemente coronado máximo anotador de la NBA empieza a tener una edad. No lo parece, pero los días como jugador se están acabando para LeBron James, por lo que cada temporada que pasa es un intento menos para sumar otro anillo.
El Rey ya mandó un aviso a navegantes hace unos días hablando sobre los partidos de fase regular que quedan por disputarse: “Son de los partidos más importantes de mi carrera. Esa es la mentalidad que tengo y la que espero que mis compañeros tengan cuando vuelvan. Voy a ingeniármelas para estar en todos y cada uno de esos 23 partidos”.
Por si fuera poco James dejó clara su intención para esta temporada: “No quiero quedarme sin playoffs dos temporadas seguidas”. Avisados estamos.