El volcán de La Palma da un respiro a los vecinos de las localidades de La Laguna y Tazacorte. Pero la amenaza sigue. “Seguimos teniendo la espada de Damocles sobre nosotros”, ha asegurado este viernes el director técnico del Plan de Emergencias Volcánicas de Canarias, Miguel Ángel Morcuende. El portavoz ha explicado que esta colada 8 —según la nomenclatura de la Unidad Militar de Emergencias (UME)— es “la que más preocupa. En la actualidad, ha detenido su paso, tras el rápido avance que registró en la tarde del miércoles. Sin embargo, sigue recibiendo aporte por parte del cono central del volcán, lo que indica que podría proseguir su camino en breve”.
La cuestión reside en saber qué trayectoria va a seguir tras entrar este miércoles en La Laguna: si gira, a consecuencia de la orografía, hacia el suroeste y se integra en la colada que marcha hacia el mar, o si “se desplaza hacia el noroeste, siguiendo la dirección de las localidades evacuadas” el pasado miércoles (Las Martelas en Los Llanos de Aridane, y Marina Alta, Marina Baja, Cuesta Zapata y La Condesa en Tazacorte).
Respecto a la velocidad de la lava, Morcuende ha explicado en repetidas ocasiones que el magma, cuando se separa “de zonas ya trilladas, ya destrozadas”, lo que hace es “acumular sólidos y comunicar mucho calor al suelo”. En consecuencia, pierde velocidad y gana en viscosidad. Es lo que está sucediendo en esta zona.
La situación de los agricultores, sobre todo de los plataneros, constituye uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta el Gobierno de Canarias. Para ello, la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial ha anunciado este viernes que ha iniciado la instalación de los depósitos de mezcla en los que se combinará el agua de los cinco aportes previstos para el suministro de riego y mantenimiento de las fincas afectadas por el volcán de La Palma: la proveniente del buque cisterna aportado por el Estado, las dos desaladoras portátiles, el pozo de Peña Horeb y una desaladora adicional de un hotel de Puerto Naos.
El volcán gana terreno en la isla. La superficie afectada asciende a 886,6 hectáreas. En total, las coladas han arrasado 2.122 edificaciones, y otras 137 están en riesgo, según los datos de Copernicus.
La menor altura del penacho volcánico, el régimen de vientos que van de norte a nordeste y el fin del episodio de calima suponen una buena noticia para la operatividad del aeropuerto insular. En esta situación, las zonas más afectadas por la caída de cenizas son las que se encuentran en las proximidades del foco eruptivo y hacia el sur y sureste del mismo, aunque no se descarta que puedan llegar a El Hierro, La Gomera y el oeste de Tenerife. En cuanto a la sismicidad, los palmeros deben contar con que se producirán nuevos terremotos. “Continúa localizada de forma similar a los primeros días de erupción: a profundidades entre 10 y 15 kilómetros”, ha explicado Carmen López, directora del Observatorio Geofísico Nacional. López ha añadido que los movimientos sísmicos han “aumentado su frecuencia” y se esperan nuevos episodios.
Este es el panorama que encontrará este sábado el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en lo que será su quinta visita desde que la lava comenzó a brotar de Cumbre Vieja el pasado 19 de septiembre. Este viaje tendrá como objetivo “realizar el seguimiento de los efectos causados por la erupción”, según han informado fuentes de La Moncloa. El viaje ha estado precedido por las declaraciones de la ministra de Política Territorial y portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, en una rueda de prensa ofrecida en La Palma: “Esto no acabará cuando el volcán deje de expulsar la lava, esto acabará cuando se recupere la vida y la normalidad en la isla”, ha declarado. “Las primeras ayudas para la emergencia a los municipios van a llegar directamente al Cabildo para que puedan ser gestionadas con diligencia en los próximos días”.
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