J.R. Smith está contento, sonríe, porque podrá volver a jugar a baloncesto. Lo hará junto a LeBron James y Los Angeles Lakers en la burbuja Disney de Orlando, Florida. El rimbombante escolta volverá a pisar las canchas de la NBA después de haber salido por la puerta de atrás de los Cleveland Cavaliers en noviembre de 2018. Fue la última vez que sintió que formaba parte de un equipo profesional, y no estaba preparado para lo que venía luego.
“Me sentí muy deprimido durante un buen tiempo”, compartió Smith este lunes. “Duró varios meses, cuando ni podía jugar al 2K, y eso que soy un gran aficionado a los videojuegos. No quiero jugar a baloncesto, no quiero entrenar, no quiero jugar al 2K, no quiero hacer nada que tenga que ver con el baloncesto”.
La oportunidad para J.R. le llega después de la baja de Avery Bradley en los Lakers, que renunció voluntariamente a participar en la burbuja de Orlando. Smith valora esta nueva oportunidad y pretende trabajar día a día, sin mirar mucho más lejos. Ahora que ha vivido lejos de los focos, el jugador quiere saborear cada momento como si fuera el último:
“Estuve lejos mucho tiempo, y por ser alguien que ha estado alrededor de la liga casi toda su vida adulta, cuando te quitan eso, te da un shock cultural y
obviamente no entiendes lo que has perdido hasta que se ha ido. Para mí, más que nada, se trata de apreciar cada momento de esto y sea lo que sea el próximo año, o nunca más. Quiero disfrutar de cada momento que tenga”.
El relato de Smith no es único en el mundo del deporte. Muchas veces, cuando un deportista ve truncada su carrera, ya sea por lesiones o por motivos extradeportivos, se encuentra ante un abismo para el que no está preparado.
A él, por fortuna, le ha llegado una nueva oportunidad para poder cerrar mejor este capítulo de su trayectoria vital.
Un experto en LeBron para L.A.
J.R. Smith ha vivido una montaña rusa durante su carrera NBA. Con LeBron compartió cuatro participaciones en Finales NBA, una experiencia que los Lakers podrán aprovechar para intentar el asalto al anillo. En el tercer cuarto del séptimo encuentro de las Finales de 2016, Smith enchufó una retahíla de tiros que mantuvo a los Cavs a tiro. Su actuación resultó clave para que LeBron devolviera la gloria a la ciudad de Cleveland.
En 2018, en el primer encuentro de las Finales contra su rival de siempre, los Warriors, Smith tuvo un lapsus inexplicable y olvidó el marcador cuando estaba a punto de terminar el último cuarto, provocando los aspavientos de James, uno de los memes más perennes de la NBA en los últimos años.
“De primera mano, sé que LeBron puede enfadarse, y hay gente que no sabrá lidiar con ello”, comenta Smith, en referencia a lo visto también en The Last Dance con Michael Jordan y sus compañeros. “Hay una falta de entendimiento sobre esto, todo se hacer para conseguir victorias”
Smith, de 34 años, conoce a LeBron, de 35, mejor que la mayoría de sus actuales compañeros en L.A. Desde el instituto han compartido cancha. “Cuando conoces a alguien a este nivel, es intimidante para mucha gente, que no saben como desafiar a la autoridad, pero es algo con lo que yo no he tenido problemas”, asegura. “Hablar con él, sobre cosas como estas, tener conversaciones difíciles con nuestros compañeros, eso es lo más importante. Es la única manera de crecer como hombres y como equipo”.
Frank Vogel, entrenador de los angelinos, comentó que está contento de tener a alguien con tanta experiencia en sus filas y que, además, ha notado cómo Smith, que llevaba casi dos años en el dique seco, ha trabajado duro para alcanzar un estado físico óptimo. “Hace un par de años era titular en unas Finales, un campeón, y que haya tenido la perseverancia para mantenerse en forma y darse esta oportunidad, creo que es algo admirable”.
Los Lakers le han dado una nueva oportunidad a Smith, que por suerte consiguió salir de las garras de la depresión y mantuvo a su cuerpo preparado. Ahora tiene la oportunidad de conseguir algo increíble: pasar de dos años de inactividad a luchar por el anillo.
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