Los centros educativos no son ajenos al aumento de los contagios de covid en España en las últimas semanas, que afecta principalmente a los menores de 11 años, con la incidencia de casos acumulados más alta de todas las franjas de edad: 412 por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, las cifras de referencia, sobre todo el porcentaje de aulas en cuarentena, se mantienen en porcentajes pequeños: fueron el 0,28% de las clases en la semana del 21 al 26 de noviembre y se elevaron al 0,38% la semana pasada, según los últimos datos facilitados por el Ministerio de Educación. Aunque la cifra del 0,38% es una estimación —faltan los datos de La Rioja y Baleares, que por “problemas técnicos” no se los enviaron al ministerio—, está todavía muy por debajo de los datos más altos registrados el curso pasado (en el primer trimestre, las cuarentenas alcanzaron el 1,5% de las aulas), que se consideraron un éxito de sistema educativo.
Quique Bassat, epidemiólogo y miembro de la Sociedad Española de Pediatría, advierte de que esos datos subestiman lo que está ocurriendo en los colegios, ya que la inmensa mayoría de esas aulas confinadas están en primaria (son el 95%), y buena parte de los casos positivos en secundaria no provocan el cierre de toda la clase. Pese a ello, “los centros son espacios seguros; los casos siguen siendo muy poco y las cifras siguen siendo muy buenas”, insiste a continuación. A las cifras de alumnos en cuarentena que maneja el Ministerio de Educación les falta el detalle de alumnos confinados de varias comunidades, pero comparando los de las que sí los dan, el número ha crecido en la última semana más de un 38%, de 37.414 a 51.725, lo que supone el 0,89% de sus estudiantes.
Lo que le preocupa a Bassat es que este año se están produciendo algunos brotes en los colegios, es decir, que la escuela está siendo en algunos casos foco de contagio. “Esto no había ocurrido el año pasado, en seguida se detectaban los casos y la gente se quedaba en sus casas. Pero este año creo, en primer lugar, que se están enviando más niños enfermos a clase y que los controles se han relajado en las escuelas”. En los datos del ministerio se puede ver que, salvo en Aragón, hay más de un aula cerrada de media en cada centro escolar. En la Comunidad Valenciana, la media es de 1,7 clases en cuarentena por colegio y en Navarra, 1,84.
El epidemiólogo opina, en todo caso, que las cifras mejorarán con la vacunación de los niños de 5 a 11 años, aprobada este martes por la Comisión de Salud Pública y que comenzará el próximo 15 de diciembre.
A falta de los datos de La Rioja y Baleares, y sin tener en cuenta tampoco Andalucía, Castilla y León y Madrid (que no ofrecen al Ministerio de Educación esa información desglosada), las de infantil y primaria (sobre todo las segundas) suponen el 95% de aulas en cuarentena. De hecho, en Aragón, Asturias, Extremadura, Galicia, Murcia, Castilla-La Mancha, Ceuta y Melilla, son el 100%.
La situación de los colegios es distinta dependiendo de la comunidad. Así, tenían la semana pasada algo más del 1% de las aulas cerradas en Navarra (1,59%), Cantabria (1,48%), País Vasco (1,29%) y Asturias (1,24%). De ese modo, el porcentaje de centros afectados varía también enormemente, desde el 1,7% en Cataluña y el 2,42% en Castilla-La Mancha, hasta el 15,63% en Navarra y el 20,16% en el País Vasco.
Padres cansados y enfadados
El hecho de que los afectados ahora sean principalmente los pequeños y no estén vacunados eleva la preocupación de los padres, un hecho que, junto a que los brotes con cierres de varias clases “hacen mucho ruido”, puede extender la sensación de que la situación se está descontrolando en los centros educativos, opina Bassat.
María Carmen Morillas, vicepresidenta de Ceapa, la principal federación de asociaciones de padres y madres de la escuela pública, añade sobre esa percepción: “Estamos ya todos bastante cansados, así que en el día a día probablemente se nos olvide a todos un poco el pasado”, señala. “Porque ahora contamos con la experiencia en muchos aspectos, pero en cuanto al problema de conciliación seguimos igual”, se queja en referencia a las continuas e infructuosas peticiones de su asociación al Gobierno para que articule mecanismos por los que los padres que trabajan puedan quedarse en casa para atender a sus hijos en cuarentena. “Al principio, las empresas levantaban un poco más la mano, pero ahora, con todos los adultos vacunados, ya no”, añade.
José Pedro Caballero, presidente de la Confederación Católica Nacional de Padres de Familia y Padres de Alumnos (Concapa), defiende que “la incidencia está repuntando muy rápidamente, con aulas enteras cerradas”, y lo achaca entre otras cosas a la disminución este curso de profesorado de apoyo en las aulas. Además, se muestra enfadado por el hecho de que las asociaciones de padres no hayan sido informadas ni consultadas sobre la campaña de vacunación a menores de 11 años que se acaba de aprobar.
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