Boris Johnson ha enviado un gesto de buena voluntad, antes de su cena cara a cara prevista para este miércoles en Bruselas con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. El primer ministro británico ha confirmado este martes, como Downing Street había sugerido horas antes en un comunicado, que retirará de la Ley del Mercado Interior (actualmente en proceso de trámite en la Cámara de los Comunes) las cláusulas que contravenían el Protocolo de Irlanda del Norte. Ese protocolo era un anexo del Acuerdo de Retirada firmado entre Londres y Bruselas el pasado enero, y tenía la misma fuerza legal de un tratado internacional que el propio acuerdo.
El primer ministro británico este martes en un hospital en Londres. En vídeo, Johnson admite que el acuerdo con la UE es complicado.
En concreto, el Gobierno británico concedía a sus ministros la capacidad de decidir unilateralmente los trámites aduaneros requeridos a las empresas británicas para exportar sus productos a Irlanda del Norte, así como de decidir si las subvenciones públicas a las empresas radicadas en ese territorio se ajustaban o no a la libre competencia.
La decisión de impulsar la ley, presentada por el Gobierno de Johnson como un salvavidas frente a la posibilidad de que no se cerrara un acuerdo comercial con la UE antes de que finalizara el periodo de transición, el próximo 31 de diciembre, provocó la irritación de Bruselas. La propia Von der Leyen anunció su intención de impulsar una respuesta legal al desafío si finalmente se consumaba. El movimiento de Downing Street, que llegó a ser duramente criticado de modo conjunto por los cuatro ex primeros ministros del país, enviaba el mensaje de que el Reino Unido no respetaba la legislación internacional. “Sí, el texto viola la ley internacional, pero de un modo muy ligero y limitado”, llegó a reconocer en la Cámara de los Comunes el ministro para Irlanda del Norte, Brandon Lewis.
“Veremos lo que ocurre en el curso de los próximos dos días, pero creo que la posición del Gobierno del Reino Unido es la de mostrar voluntad de compromiso en cualquier nivel, político o de otro tipo. Tenemos la voluntad de intentarlo todo”, ha dicho Johnson a la BBC durante su visita a uno de los hospitales londinenses donde ha comenzado este martes la campaña de vacunación masiva contra la covid-19 en el Reino Unido.
Apenas unas horas antes, el jefe de Gabinete de Johnson (cargo equivalente al Ministerio de la Presidencia español), Michael Gove, había anunciado a su contraparte en el Comité Conjunto del Brexit, el vicepresidente de la Comisión Europea, Maros Sefcovic, la intención del Reino Unido de reconducir el texto legal. “Los dos copresidentes pueden anunciar hoy, después de varias semanas de trabajo intenso y constructivo, que han llegado a un acuerdo en los principales asuntos. En concreto, en lo relativo al protocolo de Irlanda del Norte”, ha explicado en un comunicado el organismo bilateral que supervisa el cumplimiento del Acuerdo de Retirada de la UE. “El Reino Unido retirará las cláusulas 44, 45 y 47 de la Ley del Mercado Interior y tampoco introducirá disposiciones similares en su próxima Ley de Impuestos”.
La disputa, que había emponzoñado las negociaciones entre Londres y Bruselas, no está vinculada al futuro acuerdo comercial que se pretende impulsar antes de fin de año, pero el gesto de Downing Street ha sido interpretado como una necesaria cesión para allanar el camino. Este mismo lunes, a última hora de la noche, la mayoría conservadora de la Cámara de los Comunes había ratificado las cláusulas conflictivas de la ley, a pesar de la decisión de la Cámara de los Lores de eliminarlas. Apenas pasada la noche, era el propio Johnson quien se encargaba de confirmar que su Gobierno se echaba atrás en el desafío.
A pesar del clima de profundo pesimismo que existe en Bruselas sobre las posibilidades de cerrar un acuerdo que evite un Brexit duro el 31 de diciembre, Johnson y Von der Leyen han decidido realizar un último esfuerzo con una reunión personal que tendrá lugar este miércoles durante una cena en Bruselas, según han confirmado Downing Street y la presidenta de la Comisión Europea. Ambos señalaron este lunes en un comunicado conjunto que los principales escollos de la negociación ―pesca, reglas de competencia justa y gobernanza― seguían siendo un impedimento para el acuerdo, pero pidieron a sus respectivos equipos negociadores que prepararan un sumario exhaustivo de las principales divergencias para abordarlas definitivamente en un encuentro ya no técnico, sino político.
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