Eman gogor mutilak!!! (Darle duro chavales)”.
Mikel San José, genio y figura. El ex centrocampista del Athletic alentaba así, vía redes sociales, a los leones poco antes del arranque del estreno liguero en Granada. Otros en su lugar se hubiesen hecho los ofendiditos con una entidad y un entrenador que habían dejado de contar con sus servicios apelando a un sentido del profesionalismo al que suele apelarse según la necesidad del momento. El navarro, noble donde los haya, optó por la vía de la discreción a la hora de abandonar el club de sus amores.
Hay quién dice, cómo no, que en su etapa de juvenil no le importó hacer las maletas para recalar en Liverpool. Una vieja historia jamás bien contada porque, entre otras cosas, se trataba de que la buena imagen del club prevaleciese por encima incluso de la verdad. Como apunte orientativo baste con señalar que
Rafa Benítez
, entrenador entonces del primer equipo red, se le ha querido llevar recientemente al Dalian Yifang, de China.
San José aterriza ahora en el Birmingham, club de la segunda inglesa al que entrena
Aitor Karanka
, con la ilusión de un juvenil de los de antes. Vuelta a Inglaterra tras una carrera de 397 partidos oficiales como jugador del Athletic. Lo de la pasada campaña, guste o no, resulta difícil de asimilar. El navarro, que nunca antes había bajado de 24 encuentros por temporada, se quedó en nueve de Liga y tres de Copa.
Su última comparecencia a ras de césped se remonta a la vuelta de la semifinal en Los Cármenes ante el Granada (5 de marzo). En el llamado torneo de la regularidad, su improvisado agur tuvo lugar casi un mes antes en Anoeta (9 de febrero), estadio en el que, por cierto, firmó varios goles en propia portería. Un recuerdo, sin duda, para olvidar.
No como el de la noche de la inauguración del nuevo San Mamés.
Charles
le quitó el honor de ser el primer futbolista en marcar en el moderno estadio bilbaíno, pero al navarro le quedará el consuelo de pasar a la centenaria historia rojiblanca como el primer león en golear en este emblemático escenario. Una diana a la que también se suma la grandiosa vaselina desde cerca del centro del campo a
Ter
Stegen
que permitió al Athletic de
Valverde
empezar a encarrilar el último título oficial de su historia.
Aduriz
se encargó luego de rematar la faena con otros tres goles al Barça en Bilbao y uno más en el Camp Nou.
Más allá del ámbito meramente deportivo, San José se ha distinguido durante los últimos años por sus intervenciones en las redes sociales. El navarro se ha mostrado solidario y comprometido con causas de diferente índole. Con él no va a aquello de tirar la piedra y esconder la mano. Algunos ‘demócratas de toda la vida’, por cierto, han aprovechado la coyuntura especulativa del mercado de verano para tratar de torpedear su posible fichaje por algún club determinado a causa de motivos políticos.
El navarro, en definitiva, vuelve a sonreír a nivel futbolístico tras haberlo pasado mal de unos meses a esta parte. Vuelta a Inglaterra, vuelta a los orígenes. En Bilbao, mientras tanto, seguimos debatiendo sobre el eterno problema del doble pivote.
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