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Las grabaciones comprometedoras de una productora forzaron a Fox a rendirse ante el juicio

EL PAÍS


En primera fila, Davida Brook, a la izquierda, Justin Nelson, en el centro, y Stephen Shackelford, a la derecha, abogados de Dominion Voting Systems, a la salida de los juzgados del Condado de New Castle, en Wilmington, Delaware, este martes.Julio Cortez (AP)

La posibilidad de que las grabaciones secretas de una productora despedida de Fox News se reprodujeran durante un juicio fueron claves para que la cadena conservadora llegara a un acuerdo para pagar 787,5 millones de dólares en una demanda por difamación presentada por Dominion Voting Systems por la difusión de falsedades sobre un supuesto fraude electoral en las elecciones presidenciales de 2020, según fuentes familiarizadas con el asunto citadas por la agencia Bloomberg.

Abby Grossberg, entonces productora del programa de Tucker Carlson, presentó el mes pasado una demanda por discriminación sexual y religiosa en la que también alegaba que la habían coaccionado para que prestara falso testimonio durante unas declaraciones a los abogados de Dominion. Posteriormente, Grossberg facilitó al fabricante de máquinas de votación grabaciones que había realizado con un teléfono, de las que se reprodujeron breves extractos durante una vista previa al juicio celebrada la semana pasada.

Para Fox, la perspectiva de un juicio ya pintaba mal. El juez había dictado que estaba “claro como el agua” que las afirmaciones hechas en la cadena sobre Dominion eran falsedades. El juez del Tribunal Superior de Delaware que llevaba el caso, Eric Davis, se había mostrado implacable y había cerrado una puerta clave a Fox al impedirle que usase como línea de defensa que las falsedades eran de interés informativo: si sabían que las acusaciones eran mentira, ese interés informativo no sería excusa, según su criterio. Otra de las decisiones más polémicas del juez es considerar que la cadena es responsable de lo que decían algunos de sus invitados, aunque no fueran personal de la empresa. Y en las vistas previas al juicio también había manifestado que no basta con que otros invitados sostuviesen lo contrario.

El interés informativo era una de las líneas de defensa que el magnate Rupert Murdoch, de 92 años, presidente y accionista de control de la cadena, había intentado esbozar en los interrogatorios previos: “Informamos de las noticias, y tenemos docenas de personas al día en los canales que hablan de las noticias. El presidente de Estados Unidos hacía afirmaciones descabelladas, pero eso es noticia”, se defendió, aunque en algún momento del interrogatorio admitió que los propios presentadores de la Fox estaban avalando el bulo de las elecciones robadas.

Al cerrarle esa vía, la estrategia de defensa se volvía complicada. Fox se enfrentaba a un juicio de seis semanas en que constantemente se repitiese que engañó a su audiencia y por el que debían ir desfilando sus presentadores estrellas, sus directivos y el propio Murdoch. Según Bloomberg, los abogados de Fox temían que el testimonio de Grossberg y sus grabaciones fueran utilizados por los abogados de Dominion contra Murdoch y otros testigos

Algunas de las grabaciones de Grossberg, que fue despedida pocos días después de presentar su demanda el 20 de marzo en Nueva York, eran conversaciones fuera de antena entre presentadores de Fox y sus invitados. En un fragmento reproducido la semana pasada en una audiencia celebrada el 12 de abril ante el juez del Tribunal Superior de Delaware Eric Davis, Maria Bartiromo preguntó a Rudy Giuliani si era cierto que la expresidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi tenía intereses financieros en Dominion. “Lo he leído, pero no puedo probarlo”, respondió Giuliani.

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SuscríbeteUn mediador desde el Danubio

El inicio del juicio estaba previsto para el lunes, pero el domingo por la tarde se anunció que se retrasaba un día sin dar explicaciones. The Washington Post adelantó y The Wall Street Journal, propiedad de Murdoch, confirmó que el retraso se debía al intento de llegar a un arreglo extrajudicial. Según las fuentes citadas por Bloomberg, el acuerdo fue fruto de cuatro días de intensas negociaciones en un lugar no revelado de Filadelfia donde las partes llamaron a un veterano mediador llamado Jerry Roscoe para facilitar las discusiones. Roscoe se encontraba en un crucero fluvial por Europa cuando recibió la llamada para ayudar a llegar a un acuerdo, añadieron esas fuentes, aunque la portavoz de Fox News, Irena Briganti, negó a Bloomberg esa versión y la calificó de “tremendamente inexacta” y “completamente falsa”.

The Wall Street Journal, propiedad de Murdoch, ha revelado que Roscoe se hallaba en un crucero por el Danubio en Rumania cuando recibió el encargo de ayudar a buscar un acuerdo. Había acudido a la región de vacaciones con su mujer porque actuó como mediador en representación de Estados Unidos en la guerra de Bosnia. Tras recibir la petición, negoció desde el crucero, también en la parte de atrás de un autobús en que iba con otros turistas y desde el que hablaba por teléfono tratando de taparse para que no se le escuchara. Mantuvo buena parte de las conversaciones por Zoom con el iPad de su mujer.

Tras el retraso de un día, la vista se reanudó el martes por la mañana con la selección del jurado, que continuó con naturalidad, pero con lentitud. El jurado seleccionado estaba compuesto por seis hombres y seis mujeres. De los 12 miembros, 7 eran afroamericanos. La media de edad estaba en torno a 40 años, aunque no hay datos al respecto, sino que es una estimación subjetiva. Tras la selección del jurado se eligió también a los suplentes. Delaware es un estado claramente demócrata y el juicio se llevaba a cabo en su localidad más importante, Wilmington, ciudad adoptiva de Joe Biden, donde tiene una casa y la estación de tren lleva su nombre. El jurado pertenecía a un condado donde el número de votantes demócratas duplica al de republicanos. Las perspectivas para Fox eran malas.

Los abogados dijeron que sus alegatos iniciales eran muy largos y que no les iba a dar tiempo a pronunciarlos antes de la hora de comer. Parecía una forma de ganar tiempo mientras las negociaciones continuaban. El juez concedió un receso para el almuerzo y convocó a las partes a las 13.30. Los abogados aprovecharon para cerrar los flecos del acuerdo mientras la sesión se retrasaba sin explicaciones a los asistentes. La sala estaba repleta de periodistas y se había convertido en un hervidero de rumores. Cerca de las 16.00 horas, el juez dijo que el caso estaba “resuelto”.

El epílogo llegó un poco más tarde. Los abogados de la Fox salieron por una puerta lateral y se perdieron por las calles de Wilmington, tratando de alejarse de la prensa. Los de Dominion se dirigieron triunfantes al centro de la pequeña plaza que hay delante de los juzgados. “La verdad importa. Las mentiras tienen consecuencias”, dijo Justin Nelson, abogado de Dominion, al anunciar que Fox accedía a pagar 787,5 millones de dólares.

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