El Lointek
Gernika
Bizkaia anunció el pasado jueves la suspensión de todas sus actividades ante, como indicaron en un comunicado, “la situación de emergencia provocada por el virus COVID-19 y siguiendo las pautas y recomendaciones de las autoridades sanitarias, Diputación y Gobierno
Vasco”. Desde entonces, las jugadoras han tenido libertad para elegir dónde querían estar. Las estadounidenses Julie
Wojta, Margaret
Roundtree y Blake
Dietrick regresaron a casa, al igual que la serbia Nikolina
Milic y la lituana Gyntare
Mazyonite.
Una medida lógica ante la gravedad de la situación a lo que se une la creencia de que la Liga
Femenina
Endesa no se reanudará. No hay confirmación oficial en tal sentido, pero es una corriente de opinión que gana bastantes enteros.
El resto de las jugadoras nacionales del equipo foral también tenía la opción de pasar estas semanas donde creyesen conveniente.
No ha sido el único movimiento entre los conjuntos vascos. El IDK
Gipuzkoa fue un paso más allá al hacer público la desvinculación del club de Ellen
Nystrom, Erika
de
Souza, Ariel
Edwards y Mehryn
Kraker.
Las cuatro jugadoras ya están con sus familias y dejan de tener contrato, a la espera de lo que suceda con la competición. Algo similar podría haber hecho el Gernika, aunque no ha habido anuncios oficiales al respecto.
Todos los equipos están pendientes del futuro de la Liga Femenina de la que quedan cuatro jornadas por disputarse
El equipo donostiarra dejó de entrenarse el jueves pasado y el resto de jugadoras también han regresado a sus hogares, pendientes del futuro de la Liga
Femenina.
Una decisión que también han tomado en el otro club vasco en la primera categoría, el Araski. Las alavesas ya no cuentan en sus filas con la escolta americana Barbee, que se desvinculó de las de Araski tras la conocida crisis sanitaria. Las demás jugadoras foráneas están también fuera.
En el basket estatal se repite esta situación en casos como Zamora o Zaragoza.
Varios equipos han optado por dar por concluidos los contratos de sus jugadoras foráneas
Habría que ver qué es lo que pasa si la situación vuelve a la normalidad más o menos en los plazos marcados, lo que dejaría un pequeño resquicio a que se reanudase la competición. La realidad parece que no va por el camino anunciado. Los tiempos van a ser, seguramente, más amplios de los expuestos lo que va a dificultar en extremo que haya competición, más después de los movimientos obligados de los distintos equipos.
Una pena tener que poner punto y final a la que ha sido la mejor temporada de la historia para las mujeres presididas por Gerardo
Candina. Su largo recorrido en la Eurocup, su clasificación para la Copa
de
la
Reina de Salamanca y su acercamiento en la Liga
Femenina a los pesos pesados del torneo, Perfumerías
Avenida y Girona, hablan de una campaña redonda en la que se ha vuelto a dar ese paso más que el club siempre ambiciona.
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