Las jugadoras de la WNBA tienen opiniones opuestas sobre sus alojamientos, en los que vivirán cuando se reanuden las acciones de la competición de liga en Bradenton (Florida).
Mientras que algunas ofrecieron opiniones positivas, otras encontraron trampas para roedores, insectos y duchas que no funcionan.
Las experiencias dramáticamente diferentes en la llamada “burbuja” de la WNBA, muchas narradas en las redes sociales, subrayaron las preocupaciones preexistentes sobre su preparación y organización mientras intenta organizar una temporada regular de 22 partidos y postemporada en la Academia IMG en Bradenton (Florida).
Las jugadoras de la WNBA que eligieron participar en una temporada remodelada por la pandemia de coronavirus viajaron a Florida el lunes (las Fever de Indiana retrasaron su llegada después de que dos jugadoras dieran positivo).
El lunes se publicaron vídeos en Twitter en los que se veía una lavandería de una habitación de jugadoras con trampas para roedores y un gusano en la alfombra. Varias jugadoras confirmaron la autenticidad del vídeo, al tiempo que otras indicaron que encontraron una cama rota, fontanería defectuosa y comida de mala calidad.
El martes, la liga envió a las jugadoras una encuesta en busca de comentarios sobre su alojamiento y, una fuente cercana a las jugadoras que tuvieron experiencias negativas, también señaló que la liga fue proactiva en sus esfuerzos por abordar cualquier preocupación relacionada con la estancia.
Otras fuentes indicaron que la WNBA contrató exterminadores y que no encontró signos de chinches en los alojamientos especificados. “Hemos estado trabajando estrechamente con IMG y la Asociación de Jugadoras para abordar los problemas que las profesionales han expresado sobre una de las áreas de viviendas en el campus”, informó la WNBA este martes.
Source link