Las mejores frases de Blas de Lezo

Quizás, las generaciones más jóvenes desconocen quien fue Blas de Lezo, almirante y patriota cuyos méritos militares son muchos por lo que os vamos a explicar su biografía con más detalle pero también, os ofrecemos las mejores frases de Blas de Lezo.

Las mejores frases de Blas de Lezo

Blas de Lezo

Blas de Lezo, conocido por sus muchas hazañas militares, fue un almirante español, conocido por ser un excelente estratega. Nacido en febrero de 1689 sin el País Vasco y fallecido en septiembre de 1741 en Cartagena, Sudamérica, también es conocido en España con los nombres de Patapalo (Pata de palo) o Mediohombre a causa de las numerosas lesiones recibidas durante su carrera en la Marina, llegando a perder un ojo, una pierna, e incluso el brazo derecho, durante los enfrentamientos que tuvieron lugar en Cataluña con el asedio de Barcelona de 1714.

Siendo apenas un adolescente, se incorporó a la armada francesa en 1701 (participando ya en 1704, en la batalla de Vélez-Málaga, que fue el último de los grandes combates navales de la guerra de Sucesión entre austracistas y borbónicos) y fue en 1711 cuando este soldado emérito se incorporó a la armada española, donde fue ascendido a capitán dos años después.

Entre sus grandes gestas militares se cuenta el que lograra dirigir con éxito la defensa de Cartagena de Indias del ejército ingles estando en posición de inferioridad. Antes, ya se habías convertido en almirante en 1723 y fue nombrado teniente general de la armada española por el rey en 1734. Su extravagante carrera prosiguió entonces y hasta se dice que no habría perdido ninguna de sus luchas. Sin embargo, murió en 1741 de la peste, tras una colosal batalla contra las fuerzas británicas que duró 67 días.

Os dejamos a continuación, con algunas de las mejores frases de Blas de Leza.

  1. «Todo buen español debería mear siempre mirando a Inglaterra».
  2. «¡Viva España! ¡Viva el rey! ¡Viva Cristo Jesús!.»
  3. «El destino del Imperio está en vuestras manos.»
  4. «Yo me dispongo a entregarlo todo por la patria, cuyo destino está en juego; entregaré mi vida si es necesario, para asegurarme que los enemigos de España no habrán de hollar su suelo. Que la santa religión, a nosotros confiada por el destino, no habrá de sufrir menoscabo mientras me quede aliento de vida.»
  5. «Si hubiera estado yo en Portobelo, no hubiera su merced insultado impunemente las plazas del rey, mi señor. Porque el ánimo que faltó a los de Portobelo me hubiera sobrado para contener su cobardía.»
  6. «Me gustaría saber que dejo una parte de mi mismo en cada campo de batalla a cambio de un poco de gloria».
  7. «Las llaves del Imperio han sido confiadas a nosotros por el rey, habremos de devolverlas sin que las puertas de esta noble ciudad hayan sido violadas por el malvado hereje.»
  8. «Dile a mis amigos que morí como buen vasco, amando la integridad de España y su imperio».
  9. «Mi amor al real servicio y bien del estado no necesita ningún estímulo para procurar todo lo que es conveniente a su mayor gloria».
  10. «Con estas omisiones vamos dejando a los enemigos que hagan lo que quieran».
  11. «No podemos ser inferiores a nuestros antepasados, quienes también dieron la vida por la religión, por España y por el rey, ni someternos al escarnio de las generaciones futuras que verían en nosotros los traidores de todo cuanto es noble y sagrado.»
  12. «Para venir a Cartagena es necesario que el rey de Inglaterra construya otra escuadra mayor, porque esta solo ha quedado para conducir carbón de Irlanda a Londres.»
  13. «Soldados de España peninsular y soldados de España americana. Habéis visto la ferocidad y poder del enemigo; en esta hora amarga del Imperio nos aprestamos para dar la batalla definitiva por Cartagena de Indias y asegurar que el enemigo no pase.»
  14. «Hemos decidido retirarnos, pero para volver pronto a esta plaza, tras reforzarnos en Jamaica.»
  15. «Las llaves del Imperio han sido confiadas a nosotros por el rey, habremos de devolverlas sin que las puertas de esta noble ciudad hayan sido violadas por el malvado hereje.»
  16. «Una nación no se pierde por que unos la ataquen,
    sino porque quienes la aman no la defienden.»
  17. «Con todos estos esfuerzos concurrí a la defensa de esta plaza y puerto sosteniendo por espacio de diez y siete días el castillo de Bocachica y baterías que se hallaban en la misma infelicidad, trabajando en el y en ellas no como corresponde a General sino como el ultimo grumete de mis navíos para que el honor de las armadas del Rey, no padeciese el desdoro que le amenazaba.»
  18. «El destino del Imperio esta en vuestras manos. Yo, por mi parte, me dispongo a entregarlo todo por la Patria cuyo destino esta en juego; entregare mi vida, si es necesario, para asegurarme que los enemigos de España no habrán de hollar su suelo, de que la Santa Religión a nosotros confiada por el destino no habrá de sufrir menoscabo mientras me quede un aliento de vida. Yo espero y exijo, y estoy seguro que obtendré, el mismo comportamiento de vuestra parte. No podemos ser inferiores a nuestros antepasados, quienes también dieron la vida por la Religión, por España y por el Rey, ni someternos al escarnio de las generaciones futuras que verían en nosotros los traidores de todo cuanto es noble y sagrado. ¡Morid, entonces para vivir con honra! ¡Vivid, entonces, para morir honrados! ¡Viva España! ¡Viva el Rey! ¡Viva Cristo Jesús!.»

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