Las mujeres se vieron desprotegidas en las escuelas de la UNAM y mejor se cubrieron el rostro: López Betancourt

En el transcurso de tres meses, 100 personas entre maestros, alumnos y trabajadores han sido expulsados de la Máxima Casa de Estudios por denuncias de acoso sexuañ y otros conflictos.

Eduardo López Betancourt, presidente del Tribunal Universitario de la UNAM, refirió que en estos momentos, una de las cosas que más le interesa al órgano universitario que encabeza, es que no se desestabilice a la Máxima Casa de Estudios, aunque sin olvidar el conflicto grave que implica el acoso sexual, un problema que originó el inicio de las protestas en diferentes planteles de esa casa de estudios. Sin embargo, acotó el funcionario, el problema de acoso poco a poco se ha visto opacado por los actos vandálicos.

Durante la Mesa de Análisis de Aristegui En Vivo, señaló que durante los últimos 12 meses el Tribunal Universitario de la UNAM ha recibido 370 expedientes, que aunque no exclusivamente son de acoso, pues también se analizan casos como bullying y conflictos entre estudiantes “que tal vez no alcancen la dimensión del acoso”, pero que han tenido la consecuencia de toma de medidas radicales.

Explicó que en el transcurso de tres meses, 100 personas entre maestros, alumnos y trabajadores han sido expulsados. No obstante, manifestó que uno de los conflictos al que se enfrentan es que no siempre hay una denuncia y advirtió que un simple señalamiento “no es suficiente para actuar”. Por ello pidió que las víctimas hagan una denuncia formal de las agresiones y acosos de los que han sido víctimas. 

“En el tema del acoso se ha estado luchando, pero no lo suficiente. Las mujeres se vieron verdaderamente desprotegidas en las escuelas. Acudían a la oficina jurídica, lejos de escucharles las trataban de disuadir: primero para que no presentaran su queja y si lo hacían la mandaban al archivo y sufrían represalias. De ahí que mejor se cubrieron el rostro”, reconoció.

Por lo anterior, dijo, se creó un organismo independiente y autónomo conformado, especialmente, por mujeres para atender estos casos.

Sobre la toma del auditorio Justo Sierra, también conocido como Che Guevara, ubicado en la Facultad de Filosofía y Letras y las acciones de grupos anarquistas al interior de Ciudad Universitaria y otras escuelas de la institución, afirmó que el gobierno federal sabe quienes son esas personas.

No tengo ninguna duda en decirlo, el gobierno sabe, no hay mejor informado en el ámbito federal, policiaco y de inteligencia. Sabe quiénes están adentro. Perfectamente ubica a esos grupos anarquistas”, dijo.

Manifestó que las autoridades universitarias están preocupadas y angustiadas por los actos que calificó como “terroristas”.

Muchos de ellos están sin duda preparados para la acción bélica; reciben subsidio. ¿De dónde proviene el subsidio? El gobierno lo sabe y yo pienso que en algún momento dado, el rector debe lanzarle la pelota al gobierno federal para que actúe en consecuencia para limpiar de tanto zángano, sinvergüenza y delincuente que hay en ese lugar”, agregó.

“Llegó el momento en que tienen que entrar en prudencia las paristas porque ya perdieron el semestre en Filosofía y Letras y tienen que entrar en el diálogo. Es el momento también de invitar a quienes protestan para que de alguna manera se institucionalice el conflicto”, sostuvo.

Al respecto, la periodista Ana Lilia Pérez expresó que los grupos reacccionarios son ajenos a la UNAM, “el problema es que con este tipo de actos se ha pretendido desdibujar la problemática de la violencia de género, que es una realidad”.

“Estos grupos tienen la intención de desarticular movimientos legítimos. No es algo nuevo, cada que hay una manifestación legítima entran estos grupos que se reconocen ajenos a la universidad y que sí es necesario que se investigue”, finalizó.

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