Europa podría quedarse sin ver el Mundial de Australia y Nueva Zelanda por TV. La amenaza la lanzó esta misma semana el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Se trata de un aviso en toda regla a causa de las pobres ofertas recibidas que, según el mandatario, “son una bofetada en la cara de todas las grandes jugadoras del Mundial y de todas las mujeres ”.
La medida afectaría a Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido, donde curiosamente se están registrando audiencias de récord tanto en partidos de Liga y Champions como a nivel de selecciones, aunque hay que matizar que la diferencia horaria de 10 y 11 horas respecto al continente europeo no ayuda en absoluto.
La FIFA anunció el pasado octubre que ponía a la venta los derechos de retransmisión en abierto del Mundial para 28 territorios europeos. Los derechos incluyen la retransmisión por canales digitales, televisión y radio. Sarai Bareman, directora del Fútbol Femenino de la FIFA, declaró entonces que “será uno de los mayores acontecimientos deportivos femeninos de la historia, un hito para los aficionados de todo el mundo”.
No obstante, si se compara con el masculino, las ofertas son decepcionantes. Se han previsto para la cita de este verano unas audiencias equivalentes al 50-60% de las obtenidas en el Mundial de Qatar. Sin embargo, las ofertas de los organismos de radiodifusión son de 20 a 100 veces inferiores a las del masculino.
La FIFA indica que los organismos de radiodifusión pagan entre 100 y 200 millones de dólares por el Mundial masculino y estos mismos operadores sólo ofrecen entre 1 y 10 millones por el Femenino, una diferencia abismal que no se va a tolerar.
Las audiencias del Mundial de Francia de 2019 fueron realmente alentadoras: 1.120 millones de personas se pegaron a una pantalla para ver el torneo, de los que el 88% lo hizo a través de la TV, según datos oficiales. Los espectadores por TV alcanzaron los 993,5 millones de personas que al menos vieron un minuto del torneo, con un aumento del 30% con respecto al Mundial de Canadá de 2015, que registró 764 millones de aficionados. Europa concentró el 43,7% de la audiencia total del torneo.
Considerando los buenos resultados que dejó el Mundial, la FIFA aprobó aumentar a 32 selecciones y elevar a 89 millones de euros el presupuesto para la presente edición. Además, se aumentó el premio en metálico a repartir hasta 138 millones de euros, el triple que en 2019 y diez veces más que en 2015.
En 2016 trascendió que la FIFA había vendido los derechos de emisión del Mundial de Francia a la televisión privada TF1 y a la plataforma de pago beIN Sports por un importe que no fue desvelado, aunque se calificó de “histórico”. La FIFA no acepta ahora que el fútbol femenino, que vive su mayor apogeo, se devalúe