Duele la derrota cuando se ha estado tan cerca de la gesta, pero la lectura del partido ante Inglaterra solo puede ser positiva. España se ha hecho mayor en esta Euro. Ha pasado de jugar con la inocencia de las novatas a sentirse cómoda y contundente ante selecciones veteranas y con bagaje internacional. Si la Roja es el segundo equipo más joven del torneo, con una media de 25’1 años en su plantilla y solo por detrás de Noruega, la madurez de jugadoras jóvenes como Athenea del Castillo (21 años), Ona Batlle (23), Tere Abelleira (22), Olga Carmona (22) o Claudia Pina (20) está a la altura de cualquier rival.
El caño de Athenea para quitarse de encima a Rachel Daly en el gol de España es para verlo en bucle una y otra vez. Una jugada de auténtica crack.
El público de Brighton esta vez estuvo del lado local. Lógico. En el Amex Stadium, en la costa sur de Inglaterra, los aficionados ingleses desafiaron al fuerte calor que azota la zona, con temperaturas de hasta 36 grados, para no perderse la actuación de sus futbolistas. Inglaterra vive su Eurocopa con entusiasmo, como se ha podido ver en los llenos que ha ido dejando a su paso en todos los estadios. Es la ilusión de un país que está viendo crecer el fútbol femenino a pasos de gigante, con una Premier cada vez más poderosa y con nombres propios como White, Hemp, Kirby o Bronze que son ya figuras mediáticas.
En la Roja se vio plasmado en el terreno de juego el salto de calidad que se ha vivido de estos últimos años. Hubo hasta seis jugadoras del Barça en el equipo titular que son vigentes subcampeonas de la Champions y otras cinco del Real Madrid, un equipo que sigue apostando con firmeza por su sección femenina. Llegó tarde, sí, pero se ha esforzado en situarse en la primera línea del panorama europeo y jugará la próxima Champions. Hubo conexión total Barça y Real Madrid, los dos grandes dominadores del fútbol femenino español en estos momentos.
Y en el once destacaba asimismo la defensa catalana Ona Batlle, que brilla con luz propia en el Manchester United, una fija para Jorge Vilda que ayer se enfrentó a varias de sus compañeras. El público también la aplaudió porque ya conoce el inmenso talento de esta defensa que ya ha dicho a media voz que sueña con jugar algún día en el Barça.
Protagonista fue también la enorme Stèphanie Frappart, considerada la mejor árbitra del mundo, una mujer pionera que ha derribado varios muros: ha sido la primera mujer en arbitrar en la liga francesa, en la Champions y en una Eurocopa masculina. La francesa de 38 años estará este invierno en el Mundial de Qatar para romper otro techo de cristal. Un referente también es Sarina Wiegman, esta vez en los banquillos. Superado el Covid, pudo estar con las suyas en el campo. Va a por su segunda Euro tras ganarla con Países Bajos. Y no hay quien la detenga