Mbappé se queda. Un fracaso con todas las letras para el Real Madrid, que no entiende cómo se le ha escapado el mejor futbolista del mundo. El PSG le ha ganado la partida en un final insospechado. Las negociaciones de esta última semana fueron definitivas para que el francés, siempre acompañado y aconsejado por su entorno, decidiera seguir en el cuadro parisino: “Ahora es turno de que escoja Kylian”, dijo ayer su madre, Fayza Lamari.
La historia hay que escribirla donde aún no está escrita. Y en el PSG puede hacerlo. En el Real Madrid, no. Esta frase se le ha repetido a Mbappé en muchas ocasiones hasta que ha conseguido generar el efecto deseado. Nacido en Bondy, a escasos kilómetros de la capital y con una enorme implicación en Francia como referente de toda una generación, la presión ejercida por políticos como Sarkozy o Macron también ha tenido su importancia en este proceso.
Aunque no de forma exclusiva, el dinero ha marcado la diferencia. El acuerdo con el Real Madrid estaba sellado, pero el PSG siempre ha ofrecido más. Con esta renovación, Mbappé pasará a cobrar mucho más que Messi y Neymar, hasta ahora en un escalón superior. Consciente que no ha habido otro que aguantara al equipo más que él, Kylian exigió que también se tradujera en su contrato. Si es el mejor, quiere ser el mejor pagado. Concesión hecha por Qatar.
La parcela deportiva también es importante. El PSG estudia hacer cambios estructurales durante este verano y dos de los más significativos pasan por el banquillo y la dirección: Pochettino y Leonardo. La salida de ambos, cada vez más cerca de confirmarse, puede responder a la petición de un Mbappé que quiere armar un equipo sólido y fiable para afrontar de verdad el salto por la Champions. Quiere un proyecto que esté a la altura de los mejores.