LaLiga, a través de su presidente Javier Tebas, ha reiterado, desde que se conoció la decisión de Kylian Mbappé de rechazar la oferta del Real Madrid y aceptar la de renovación por el PSG, su intención de denunciar ante la UEFA e incluso en los tribunales ordinarios al cuadro galo, al considerar que vulnera los principios del Fair Play Financiero.
Para Toni Roca, CEO del SportsLawInstitute y director de Himnus, despacho especializado en fútbol, hay factores que avalan la postura de LaLiga. Por ejemplo, en el tema de la tributación: “Al contrario de lo que pasó con fichajes como Messi o Neymar, Mbappé es un residente fiscal en Francia. Es decir, no puede acogerse al régimen de impatriados que sí beneficia a los fichajes extranjeros con rebajas fiscales del 30%. Él tributa como cualquier ciudadano normal y corriente”. Y esta tributación, en el caso de unos ingresos de 50 millones netos, es del 55,6%, lo que elevaría sus ingresos brutos hasta los 113 millones anuales, que serían los que asumiría el PSG.
Y si la prima de fichaje es de 130 millones netos, esto supondría otros 97 millones de euros brutos más al año. Lo que elevaría la operación de Mbappé, que firmó por tres temporadas, hasta casi los 560 millones de euros.
Todo ello, unido a la posibilidad de que el PSG pague 80 o 100 millones de euros por Tchouameni, hace que las cantidades sean “difíciles de justificar en los términos del Fair Play Financiero si se analiza la información pública sobre las cuentas del PSG”, según el citado experto.
A la luz de los últimos balances económicos presentados por el PSG (“cerró la temporada 2019-2020 con pérdidas de 125 millones de euros y de 224 millones en la 20-21. Eso suman 350 millones en sólo dos años”, contraviniendo todos los parámetros del Fair Play Financiero), se hace casi obligatorio que el cuadro galo deba recurrir a sus ingresos por patrocinio para justificar y cuadrar sus cuentas. Unos ingresos que, proviniendo como provienen en su mayoría de Qatar, no estén libres de sospecha en cuanto a posible manipulación.
Todo lo cual, concluye Roca, pone al PSG en serio peligro de ser sancionado si la UEFA abre una investigación al respecto, impulsada por el Real Madrid o de oficio.