Las residencias no saben cuándo reabrirán pese a que un 75% de los residentes han recibido las dos dosis


Después de 11 meses en los que los ancianos que viven en residencias han estado prácticamente confinados, con las visitas y las salidas restringidas, la vacunación masiva se acogió como una esperanza para volver a una cierta normalidad. Pero, pese a que el 75% de los usuarios ya ha recibido la segunda dosis, el Govern todavía no ha dado a conocer sus planes para una reapertura progresiva. Las patronales reclaman flexibilizar la situación, pero ayer la consejera de Salud, Alba Vergés, no dio detalles: “Los datos están mejorando mucho en las residencias, pero el protocolo estará listo cuando lo establezcan los técnicos”.

Las patronales del sector son conscientes de que el año que está a punto de cumplirse desde el inicio de la pandemia ha sido un episodio traumático para muchos de sus usuarios. No solo por los estragos sanitarios que ha causado la covid —en las residencias catalanas han muerto, desde el inicio de la pandemia, 8.568 personas—, sino por las consecuencias de las restricciones. Aparte de estar confinados completamente durante los meses más duros, los usuarios también se han tenido que adaptar a medidas muy restrictivas cuando la situación epidemiológica estaba mejor.

Actualmente, las salidas de usuarios que tengan una duración de menos de tres días están prohibidas. Si un usuario sale del centro durante más de tres semanas, al volver tiene que guardar una cuarentena de 14 días, la misma que tienen que hacer los nuevos ingresos. Todo ello desincentiva las salidas, con consecuencias negativas para los usuarios, pero también para los centros, que no consiguen llenar las plazas vacías ante la desconfianza de los familiares. Las medidas se extienden también a las visitas: en el contexto epidemiológico actual, los familiares que vayan al centro tienen que someterse a una prueba de antígenos rápida, lo que acorta el tiempo de visitas. Esta medida ha sido criticada por muchos centros, ya que obliga a reorganizar tiempos de visitas que son muy cortos —depende del centro, pero suele ser una a la semana y de aproximadamente media hora—, y supone una mayor carga de trabajo para los empleados.

Ante las peticiones de los familiares, que quieren retomar visitas y salidas más regulares, las patronales piden prudencia. Fuentes de ACRA admiten que habrá que flexibilizar pronto las condiciones, “pero es necesaria prudencia”. “Todavía no se ha puesto la segunda dosis a todo el mundo y la situación epidemiológica es muy frágil. Es importante que las medidas se hagan consultando con el sector”, añaden. Directores de residencias consultados, que sienten más la presión de los familiares, critican que el Govern no haya publicado todavía un plan.

Lo cierto es que con la vacunación, los datos han mejorado sustancialmente. Seis semanas después de que empezase la campaña, la Generalitat ya ha administrado la segunda dosis necesaria a más de 41.500 de las 55.000 personas que residen en geriátricos y el número de positivos y hospitalizaciones en estos centros se ha reducido. Sin embargo, el Govern no detalla cómo pretende reabrir las residencias. “El número de residencias rojas está disminuyendo”, celebra Vergés. “Se está trabajando en los próximos protocolos de las actividades internas y también en las medidas de protección de este colectivo vulnerable, y estará listo cuando cuando lo establezcan los técnicos. La epidemia también sorprende negativamente”, dijo ayer la consejera.

Una vez el Departamento de Salud ha completado gran parte del proceso de vacunación en las residencias, la Generalitat empieza esta semana una nueva fase tras haber recibido finalmente las primeras dosis de AstraZeneca. La Generalitat empezará a partir de hoy a inyectar a personal de servicios esenciales como bomberos, policías y funcionarios de prisiones. Vergés también explicó que se empezará a vacunar al personal de oficinas de farmacia, que se inmunizarán en 37 centros distribuidos a lo largo de Cataluña, con cita previa de día y hora.


Source link