Las sucias manos de Booby Moore y la Reina de Inglaterra

Las sucias manos de Booby Moore y la Reina de Inglaterra

Decía Winston Churchill que “hay una cantidad terrible de mentiras sobre el mundo, y lo peor es que la mitad de ellas son verdad”. La frase viene a colación de las últimas horas de la Reina Isabel II, rodeada de los suyos en Balmoral. Ahí, en los jardines de ese castillo escocés, se cuenta que ella, de chiquilla, jugaba de portera cuando la familia montaba un partido de fútbol veraniego. Ni los biógrafos de la Reina han podido contrastar que ese dato fuera cierto. Como tampoco nadie se ha puesto de acuerdo sobre si tenía predilección por el West Ham o por el Arsenal, dos de los muchos equipos de Londres donde elegir y que preferían ser sus preferidos. Lo que sí que es cierto, porque hay un protagonista que lo contó, es lo que pasó en el palco del antiguo Wembley, la tarde de 1966 en que Inglaterra logró su primer y único título de campeón del mundo de fútbol. 

Tras vencer a Alemania en la prórroga, el capitán Bobby Moore subía los 39 escalones para coger la Copa Jules Rimet de las manos de la reina del país anfitrión. De camino hacia el Royal Box, Bobby Moore se dio cuenta de que la Reina vestía unos guantes blancos absolutamente pulcros y que sus manos, tras el encuentro, estaban más que sucias. Disimuladamente, Moore contó como intentó limpiárselas con el pantaloncillo durante el camino. El resto está en las fotos históricas del momento. 70 años de reinado han dado, futbolísticamente para mucho. Liverpool, United, Chelsea, Nottingham, Celtic y Aston Villa ganaron Copas de Europa.… pero, la selección, un solo Mundial. El único que entregó ella con los guantes blancos.

La Reina Isabel II entregó el trofeo Jules Rimet a Bobby Moore tras ganar el Mundial-66 en Wembley

Getty Images




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