Las variantes tácticas que puede tomar Zidane para cambiar el rumbo


Los últimos resultados, y sobre todo, las últimas sensaciones cosechadas por el Real Madrid, obligan a Zidane a hacer modificaciones en su esquema. A tomar un rumbo diferente para enderezar la nave blanca que tras estos días de incertidumbre ha tomado una dirección equivocada.



Y es que, ya que en cuanto a nombres Zidane no puede contar con otros futbolistas que no sean los que tiene a su disposición, el francés sí que puede dar un giro a su planteamiento y a la colocación de estos sobre el verde.

El 4-3-3 deja muchos espacios entre líneas

Hasta ahora, salvo ante el Villarreal (2-2), el Real Madrid ha estado jugando con el esquema básico del 4-3-3. Un esquema ‘predilecto’ por Zidane que, sin embargo, demuestra carencias en cuanto al gobierno del centro del campo cuando no está Casemiro.

La figura del brasileño es innegociable. Y se vio frente al Levante cuando, en el 60’, fue sustituido. A partir de entonces el Madrid perdió el control en el centro del campo y, con él, el equilibrio en el eje defensa – ataque que tanta vida da a un equipo.

Incluso en París, donde sí estuvo Casemiro durante todo el partido, también se vio a un equipo con las líneas de medio y defensa muy largas entre sí. Tanto los espacios entre lateral y central como entre defensa y mediocentro permitieron a los galos penetrar con facilidad en la defensa merengue. Por ello, es posible que frente al Sevilla, que tiene por costumbre jugar con dos laterales muy largos como Reguilón y Navas, el equipo blanco se repliegue en defensa un poco más de lo que lo ha hecho hasta ahora.

Podría repetir Zidane con un doble pivote formado por Casemiro y Kroos y James por delante de ambos pero lo cierto es que el alemán no encarna la figura de ancla y sí más bien la de interior organizador de juego y pases.

El 4-4-2 es más ordenado

Como señalábamos anteriormente, fue en La Cerámica donde Zidane optó por cambiar de sistema y jugar con cuatro centrocampistas. Un modelo que le da más sujección al equipo y evita que se parta. De esta manera, Casemiro compartió centro del campo con Kroos pero fue ‘más arropado’ por Bale y Lucas que actuaron en banda.

Un 3-5-2 como en pretemporada

En verano fue el esquema formado por tres centrales y dos carrileros el más llamativo de Zidane. Lo estrenó ante el RB Salzburgo y durante media parte ante la Roma y los resultados, al menos en Austria, no fueron del todo malos ya que no se encajó ningún gol.

Entonces el centro del campo estuvo formado por Casemiro, Kroos e Isco mientras que Ramos, que actuó en el centro de la zaga, dotó de más apoyo al brasileño en la defensa.

Sea como fuere lo cierto es que al Real Madrid le hace falta un lavado de imagen. Una muestra también de mayor agresividad en el juego y de compromiso entre los jugadores que, por el momento, no han empezado la temporada como se esperaba de ellos.


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