El canciller británico dedicó parte de su discurso a los recientes asesinatos de dos periodistas mexicanos.
Este miércoles 10 de julio comenzó la Conferencia Global de Libertad de Prensa en Londres, la cual durará 2 días.
El canciller británico, Jeremy Hunt, dedicó su discurso inaugural a apoyar a aquellos que buscan informar la verdad y sacar a la luz los hechos.
Hunt comenzó narrando lo que vivió el reportero mexicano de 28 años de edad, Francisco Romero Díaz, asesinado el pasado 16 de mayo en Playa del Carmen. Romero ya había recibido actos de intimidación y hostigamiento, sin embargo, eso no lo detuvo.
Posteriormente, el secretario agregó el caso de otra periodista asesinada en México, Norma Sarabia, quien fue ultimada el mes pasado en Tabasco.
El desafío de la Conferencia Global de Libertad de Prensa es honrar la memoria de todos los periodistas fallecidos. Hoy se reunieron delegaciones de más de 100 países, entre ellos 60 ministros y más de 1,500 periodistas, académicos y activistas, una cifra récord.
Hunt menciona que es un político y que en ocasiones no siempre disfruta leer lo que los medios de comunicación escriben o dicen sobre él. Sin embargo, cita a Nelson Mandela: “Los medios de comunicación son un espejo a través del cual nos vemos a nosotros mismos como otros nos perciben, verrugas, manchas y todo… La crítica solo puede ayudarnos a crecer, a llamar la atención sobre aquellas de nuestras acciones y omisiones que no están a la altura de las expectativas de nuestra gente”.
Y anotó que uno de los retos que hoy en día enfrentan los periodistas es la censura como en China, donde se bloquea el acceso a miles de sitios web de noticias, con millones de personas empleadas para censurar contenidos, falsificar publicaciones en redes sociales y manipular el debate en línea.
Para finalizar su discurso mencionó que la libertad de los medios de comunicación se libra día tras día, por periodistas independientes en estados autoritarios, por blogueros vigilantes que exponen la corrupción. Las voces no deben ser silenciadas, al contrario, deben ser alimentadas y alentadas como la contribución más importante a las sociedades abiertas que son la base del progreso humano.