Hay robos limpios, quirúrgicos, que los propios ladrones o sus antagonistas policíacos consideran auténticas obras de arte por su minuciosidad y complejidad y por estar pensados hasta el más mínimo detalle. No sería el caso del robo que sufrió Charles Leclerc en Viareggio, que se difundió en los medios italianos el pasado mes de abril. Unos hombres se acercaron al monegasco para pedirle un ‘selfie’ y autógrafos y en ese momento le sustrajeron el reloj de su muñeca y huyeron. Ahora, el diario ‘Il Mattino’ revela muchos más detalles sobre este caso y su posible paradero actual. Sigan leyendo, porque, atención, el reloj podría estar en España.
El reloj en cuestión es un Richard Mille 67-02 personalizado para Charles Leclerc, con los colores de la bandera de Mónaco. El pasado año, un modelo similar fue subastado por 2 millones de euros, aunque este modelo concreto podía encontrarse por 300.000 euros en el mercado. Sin embargo, el diario ‘Il Mattino’ habla de un precio de 2 millones para este reloj, debido a que se trata de una pieza única, hecho exclusivamente para el piloto ferrarista, y que incluye su firma.
Los ladrones sabían a por lo que iban. Fueron a por el reloj debido a su mayor precio. Sin embargo, no se dieron cuenta de que precisamente ese fue su error. Según las investigaciones reveladas por ‘Il Mattino’, el robo lo realizaron tres hombres de origen napolitano, especializados en robos lejos de la ciudad partenopea.
Al parecer, esta banda se dirigió rápidamente con el reloj para venderlo en barrios populares como O Cavone y los Quartieri Spagnoli, en Nápoles, a personas especializadas en la materia. Sin embargo, allí se llevaron unas inesperadas calabazas.
Debido al revuelo que se había armado en los medios, que se habían hecho eco de la noticia, y debido a que el reloj era una pieza demasiado única y fácilmente reconocible, ningún comprador quiso hacerse con dicha pieza. Su precio podía ser de unos 2 millones, pero los ladrones finalmente tuvieron que conformarse con venderlo, al parecer, por unos 200.000 euros. Según informa la citada fuente, el comprador podría ser un empresario español.
Se desconoce aún si dicho empresario ha sido identificado o si ha sido él mismo el encargado de alertar a la Policía.