Las diferencias de estrategia entre las estrellas de la NBA en su compromiso de lucha a favor de la justicia social y contra el racismo, en Estados Unidos, llegaron a la NBA con el enfrentamiento de posturas que lideran y defienden el alero LeBron James y el base Kyrie Irving. Algo que tampoco es nuevo en la trayectoria personal entre ambos jugadores, con enfoques y conceptos muy diferentes dentro y fuera del campo, que les obligó a separar sus caminos cuando eran compañeros en los Cavaliers de Cleveland y ganaron el título de la NBA.
Ahora, sus diferencias pueden generar no solo problemas a un equipo sino a toda la liga después que Irving no quiere un reinicio de la competición de la temporada a partir del próximo 30 de julio y así seguir con la protesta social que ha surgido en todo el país con motivo de la muerte de George Floyd, el hombre negro que falleció después de que un policía de Mineápolis presionase con la rodilla sobre su cuello durante casi nueve minutos para inmovilizarlo.
La postura de Irving contra la vuelta a la competición en la NBA, que ha estado cerrada desde el pasado 11 de marzo debido a la pandemia del coronavirus, en medio de un movimiento de justicia social “histórico”, tiene un apoyo significativo entre los jugadores de la liga.
Más de 80 se unieron a la estrella de los Nets de Brooklyn en una conferencia telefónica el viernes por la noche, y varios compartieron la opinión de que la liga, programada para reiniciarse el próximo 30 de julio, en la “burbuja” del Disney World Resort, de Orlando (Florida), no debería distraerse de las reformas a nivel nacional por las que se está luchando con el “Black Lives Matter”.
Sin embargo, otras estrellas, encabezadas por James, consideran que no debe haber solo un camino en esa lucha y no están de acuerdo con Irving. Su argumento es que cuatro meses de cobertura diaria en los medios de comunicación que darán información a los aficionados, ansiosos de recibir todo lo que sucede en el mundo deportivo, puede ser un vehículo aún más fuerte para su mensaje mientras se culmina la temporada 2019-20.
A principios de semana, James anunció la formación de un grupo de derechos de voto, junto con el base de los Hawks de Atlanta, Trae Young, con la esperanza de aumentar la participación de los votantes negros en las elecciones presidenciales de noviembre.
Según algunos medios, James no estaba en la llamada del viernes. El “Athletic” informó de que quiere seguir jugando y ser también una voz para el cambio social.
“Debido a todo lo que está sucediendo, la gente finalmente comienza a escucharnos“, declaró James al New York Times. “Sentimos que finalmente estamos poniendo un pie en la puerta. ¿Cuánto tiempo vamos a necesitar?, depende de nosotros. No lo sabemos, pero sentimos que se nos escucha y recibimos atención, por lo que es el momento para que finalmente marquemos la diferencia”.
Aunque Irving, baja por lesión, ya no planeaba estar en Orlando con su equipo y otros 21 más, que formarán parte del plan aprobado la semana pasada por la junta de gobernadores de la NBA y el sindicato de jugadores, el base titular de los Nets perdería millones de dólares si la competición no se reanudase.
Los jugadores que ya han visto sus cheques reducidos por el acortamiento de la temporada regular, y ganan significativamente menos que el salario de 33,3 millones de dólares que Irving recibirá la próxima temporada, podrían ver colapsar la estructura económica de la NBA si la competición no se reinicia este verano.
Sin una conclusión para la temporada 2019-20, la NBA podría rescindir el acuerdo de negociación colectiva al ejercer la disposición de fuerza mayor debido a la pandemia de COVID-19, desencadenar el bloqueo y reducir los salarios de los jugadores, con la incertidumbre de si los aficionados podrán asistir a los partidos en la temporada 2020-21, dejando al sindicato sin influencia.
El base de los Rockets de Houston, Austin Rivers, cree que los jugadores de la NBA podrían luchar más poderosamente por la justicia racial si se les pagan sus salarios.
“Con este dinero podrías ayudar a más personas y continuar dando más valor a tu tiempo y energía hacia el movimiento BLM con el que estoy 100% a bordo”, escribió Rivers en Instagram. “Porque el cambio tiene que suceder y la injusticia ha estado sucediendo durante mucho tiempo. Pero también … sin mencionar que hay muchos jugadores de la NBA que conozco que necesitan cheques de pago …El 99% de la NBA no ha ganado el dinero que recibe Kyrie (Irving)”.
Rivers también destaca que le encanta “la pasión de Kyrie por ayudar a este movimiento”. “Es admirable e inspirador. Estoy con eso … pero de la manera correcta y no a costa de toda la carrera de la NBA y los jugadores”.
El base de los Rockets, hijo del entrenador de Los Angeles Clippers, Doc Rivers, insiste: “Podemos hacer las dos cosas. Podemos jugar y podemos ayudar a cambiar la forma en que se vive la vida de los negros. ¡Creo que nosotros también!, pero cancelar o boicotear el retorno no lo hace, en mi opinión. ¡¡Los chicos quieren jugar, participar y ayudar a cambiar !!!!”.
Sin embargo, los jugadores que apoyan a Irving, como el base George Hill, de los Bucks de Milwaukee, aseguran que en estos momentos su preocupación para nada es el deporte del baloncesto ni si su equipo tiene opciones de ganar el título de liga, a pesar, que junto con los Lakers, son los grandes favoritos.
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